Sensaciones al volante

Probar los coches como si fueran nuestros.

Citroën C4 Cactus

El <b> Citroën C4 Cactus Berlina</b> destaca por su excepcional suspensión, su confort, su bajo peso y sus buenas prestaciones.

El Citroën C4 Cactus Berlina destaca por su excepcional suspensión, su confort, su bajo peso y sus buenas prestaciones.

El Citroën C4 Cactus ha perdido algo de personalidad respecto a su anterior generación. Ahora resulta más convencional y lo más probable es que le guste a más personas que antes encontraban horribles su prácticos airbumps. Lo más destacable es su excepcional suspensión, su confort, su bajo peso y unas buenas prestaciones.

Citroën ha reestructurado su gama. Tras el lanzamiento del Citroën C3 Aircross, dejaba de tener sentido un Citroën C4 Cactus enfocado al terreno de los SUV, porque ambos modelos comparten la plataforma del C3, sus dimensiones son similares y tendrían dos modelos prácticamente idénticos. Por este motivo, en la presentación del renovado Citroën C4 Cactus dejaron claro que este lavado de cara también servía para acercarlo más al concepto de berlina y, en este contexto, que el confort fuese su máxima principal.

¿Pero lo han conseguido? Para saber si lo han logrado, hemos decidido hacer esta prueba a fondo del nuevo Citroën C4 Cactus en su versión diesel de 100 CV con un cambio manual de 5 relaciones.

Diseño: Juvenil y atrevido

La nueva imagen del Citroën C4 Cactus tiene menos personalidad que antes, al haber perdido los airbumps que cubrían los costados de las puertas y las esquinas de los parachoques. Si que es verdad que desde fuera parece un coche urbano, pero cuando me entregaron las llaves y lo vi por dentro pensé “Tengo que probar si cabemos 4 personas un fin de semana” y eso hice, nos fuimos 4 personas un fin de semana con su respectivo equipaje. ¿El resultado? os lo iré revelando a lo largo de la prueba.

La parte frontal se encuentra presidida por los chevrones del logotipo de Citroën, que se estiran hacia los laterales, llegando al final de las luces diurnas led.

Los faros están más abajo, a la altura de la parrilla, son más finos que antes y están rodeados por una pieza decorativa negra para dar sensación de profundidad (no existe la posibilidad de equipar faros de led ni xenón, ni siquiera en opción). 

Por debajo, la boca de entrada aire tiene a sus lados las luces antinieblas, rodeados de una carcasa de plástico en color blanco (personalizable a juego con la pieza de los airbumps) y las falsas entradas de aire que le dan un aspecto más moderno al Citroën C4 Cactus.

En el lateral, la característica más novedosa es la reducción de los “airbumps” a la parte inferior, lo que permite formar una línea de continuidad negra entre los dos ejes, que recorre todo el lateral de Citroën C4 Cactus. Una pieza blanca (en este caso) que aporta un rasgo de personalidad en ese punto a juego con la carcasa de los antinieblas.

Tengo que añadir, que no me han gustado nunca las ventanillas de tipo compás, de las que hablaremos más adelante. Además tenemos las llantas de aleación de 17 pulgadas que vienen de serie en el acabado Shine, que para mi gusto le quedan muy bien al coche.

La parte trasera, por último, cuenta con un grupo óptico generoso, las identificaciones del logotipo (los chevrones), la marca (Citroën) y el modelo (C4) bien patentes, mientras que la denominación Cactus sólo aparece en una línea negra transversal al pilar C (el trasero). A los laterales de la matrícula, justo en lo ancho del coche, podemos encontrar unas falsas salidas de aire, que le dan un toque sport.

En cuanto a colores, el nuevo Cactus berlina cuenta con 9 colores de carrocería, 4 packs de color y, en total, 31 combinaciones posibles para personalizarlo. ¿Quieres distinguirte más? Te ofrecen 5 tipos de llantas de aleación y, en el interior, 5 ambientes diferentes.

Interior: Más confortable

Si bien es cierto que el exterior del Cactus era diferente y no gustó a todo el mundo, el interior también derrochaba personalidad, pero logró convencer a más gente, así que en este lavado de cara han decidido no cambiarlo demasiado. Las únicas diferencias llamativas que me he encontrado están en la forma de la palanca del freno de mano y del reposabrazos central de las plazas delanteras que para mi gustó está atrasado hasta el punto de resultarme incómodo.

Una de las bazas importantes de Citroën con el nuevo C4 Cactus es que, al abrir la puerta, sin sentarse siquiera, el posible comprador note la sensación de comodidad que le ofrece el coche. Y, para ello, los nuevos asientos son el argumento más sólido (o más mullido, según se mire).

El diseño del salpicadero se puede describir en tres palabras, simple, bonito funcional. Está presidido por dos pantallas, una central, en la que se manejan todas las funciones del coche, desde las ayudas a la conducción hasta la configuración del climatizador, cosa que no me agrada demasiado, prefiero tener mandos físicos para controlar la climatización. 

Y otra más pequeña tras el volante, que muestra la información precisa para la conducción, la velocidad, el control de crucero y la última señal de límite de velocidad reconocida. Además, la guantera (bastante amplia por cierto), se encuentra integrada en el salpicadero, lo que me parece de lo más agradable.

En el puesto de conducción, encontramos un volante regulable en altura y en profundidad, se puede encontrar fácilmente una postura relajada. La palanca del cambio tiene un tamaño adecuado y, aunque es precisa de manejo, para insertar la quinta marcha hay que alejar el brazo en exceso. 

Delante de la palanca tenemos dos portavasos y un pequeño hueco un poco más arriba muy pequeño para dejar algún cable. Tenemos además una toma usb para conectar el movil y poder usar Apple CarPlay y Android Auto y una toma de 12 voltios al lado del botón de arranque sin llave.

¿Os acordáis de que antes os he mencionado que nos fuimos 4 personas de fin de semana? Pues bien, las dos personas que íbamos en las plazas delanteras, teníamos una sensación de amplitud espectacular gracias al techo panorámico de cristal e íbamos la mar de cómodos, eso se debe a que el objetivo de calidad percibida y de confort se condensa en los asientos delanteros.

Se fabrican con una espuma de alta densidad y con más espesor, para hacerlos más cómodos, incluso transcurridas varias horas de conducción, y más duraderos. Ese acolchado se hace además visible con el relieve en rombo típico de los acolchados.

Sin embargo, esa sensación de amplitud desciende un poco, debido a la distancia libre al techo, es decir, yo mido entorno a 1,80 cm y me daba con la cabeza en el techo, sin embargo, otra persona que me acompañó que medía 1,70 no se daba con el techo y viajaba la con una comodidad excelente. Esto se debe a que la banqueta está un tanto elevada. Tal y como mencioné en el apartado de diseño, las ventanillas de atrás son de tipo compás.

La sensación de comodidad es innegable, con mucha luz también gracias al techo panorámico, cuyo cristal está tratado para tamizar la luz y no dejar pasar el calor.

En lo que respecta al maletero del Citroën C4 Cactus, ¿tiene capacidad suficiente para meter el equipaje de una escapada de fin de semana de 4 personas?. La respuesta es sí, hay espacio más que suficiente. El maletero tiene una capacidad de 358 litros, en la media de este segmento y sus formas permiten aprovechar bien esa capacidad, es más, si sabes hacer “tetris”, entran más cosas de las que en realidad necesitas.

Motor: Buenas sensaciones

Esta unidad equipa el motor BlueHDI de 100 CV con el cambio manual de 5 relaciones. Confieso que me he sorprendido de lo mucho que empuja esta mecánica. Sus aceleraciones son aceptables y las recuperaciones que tiene permiten hacer adelantamientos de forma muy segura. Su respuesta es muy agradable y progresiva. Eso sí, si quieres hacer un adelantamiento con una seguridad aún mayor, te recomendamos que utilices siempre la marcha inmediata inferior, ya que en bajos, es lento de reacciones, para ser un diesel.

Este coche, nos ha transmitido una sensación típica de un deportivo GTi. Eso se debe a que el Citroën C4 Cactus es el coche más ligero del mercado, y eso lo notaremos en su comportamiento, consumos y prestaciones.

En el apartado mecánico, la gran novedad son los amortiguadores con topes hidráulicos progresivos. Mientras que los amortiguadores convencionales tienen un tope de goma en los extremos del recorrido del amortiguador (tanto cuando se estiran a tope como cuando los comprimimos a tope), en éstos lo que hay es otro miniamortiguador hidráulico. 

Es decir, es como si en cada amortiguador tuviésemos tres: el central es más largo y se encarga, entre otras cosas, de absorber los baches más gordos y las compresiones y extensiones de la suspensión en las curvas; los otros dos están en los extremos de éste principal y se encargan de absorber más bien las vibraciones que los largos recorridos. Aquí es donde Citroën ha demostrado que este coche es una berlina, gracias a su buen confort de marcha.

El resultado es sorprendente. Al circular por asfaltos agrietados y con baches o por una calle adoquinada, no te puedes creer lo cómodo que resulta, hasta el punto de estar casi al nivel de confort de berlinas de lujo con suspensión neumática. Lo que no es capaz de hacer esta suspensión es lo que se ve en el anuncio de la televisión: pasar por un paso de cebra elevado sin inmutarse. Este tipo de baches siguen siendo muy incómodos.

Luego analizaremos en el apartado de comportamiento cómo afectan este tipo de amortiguadores a las reacciones del coche, pero ya os anticipo que, en cuanto a confort, no hay rival.

Comportamiento: Sensación de “alfombra voladora”

Aunque los amortiguadores de topes hidráulicos progresivos no hacen los milagros que se ven en el anuncio de televisión, sí que son realmente eficaces y el C4 Cactus destaca como uno de los coches más confortables del mercado. Su verdadera especialidad es hacer desaparecer todas las irregularidades de la carretera (grietas, alcantarillas, pasos elevados pequeños, etc.).

Los primeros kilómetros con el Citroën C4 Cactus tuve la sensación de ir en un coche con los amortiguadores gastados y una suspensión muy blanda, porque no se nota nada de lo que pisas. Pero la gran ventaja es que, mientras que con unos amortiguadores gastados las ruedas rebotan y pierden el contacto con el asfalto, aquí las ruedas se mantienen bien adheridas y las distancias de frenado siguen siendo buenas, aún llevando en el eje trasero frenos de tipo tambor. Aunque en opción se pueden equipar frenos de disco.

Lo que menos me ha gustado de esta suspensión es que se nota un breve cabeceo cuando nos detenemos en un semáforo, por ejemplo, y al acelerar. También requiere cierto período de adaptación, porque la percibimos demasiado blanda, pero, como las ruedas se mantienen bien sujetas al asfalto, la verdad es que el coche sigue bien agarrado. Esta buena adherencia, unida a su poco peso, hace que su comportamiento en carretera sea mejor de lo esperado. En cuanto le coges confianza al peculiar tarado de la amortiguación, te das cuenta de que va francamente bien… y muy cómodo.

En ciudad, conducir el Citroën C4 Cactus es una auténtica gozada. Se acabó el sufrir al circular por calles con miles de desperfectos, las tapas de alcantarilla, etc. Su dirección tiene un radio de giro excelente y está muy asistida, de modo que maniobrar es cosa de niños y, además, es un coche bastante compacto, así que se desenvuelve muy bien en ciudad. Sobre todo a la hora de aparcar.

En carreteras secundarias también tiene una buena puntuación. Es una gozada conducir un coche ligero y éste pesa una media de 200 kg menos que la mayoría de sus rivales, lo que hace que sea más ágil y cómodo de lo que pueda parecernos.

En autopista a alta velocidad es donde menos confianza nos dará esta suspensión tan blanda, sobre todo a la hora de pasar por un badén o un cambio de asfalto en pleno apoyo, pero es más una sensación que una realidad, pues las ruedas siguen por donde nosotros les marcamos.

La frenada de emergencia era otra prueba que me preocupaba, pero las distancias son buenas y eso es porque la amortiguación es capaz de mantener las ruedas bien apoyadas en todo momento sobre el asfalto. Incluso frenando sobre una calzada romana, el ABS apenas entra, lo que demuestra que la amortiguación trabaja de manera eficaz conteniendo los rebotes.

En definitiva, aunque, cuando vas rápido con este Cactus, no da mucha confianza, se gana muchísimo más en confort de lo que se pierde en agilidad y no se pierde nada en seguridad. Teniendo en cuenta que este coche no pretende ser un deportivo, personalmente creo que es todo un acierto que hayan adoptado esta suspensión, que no te crees cómo filtra los baches hasta que la pruebas. Sin duda el coche más cómodo que he probado hasta la fecha.

Equipamiento: Tope de gama

El acabado Shine probado es el tope de gama y su nivel de equipamiento es realmente completo. La unidad que has podido ver en esta pruena y en la galería fotográfica se queda por debajo de los 20.000 euros, a cambio de los cuales tenemos un coche con climatizador, navegador, manos libres, volante multifunción, control y límite de velocidad de crucero, techo panorámico, llantas de aleación de 17 pulgadas (con neumáticos 205/50-17), llave inteligente, cámara de marcha atrás, sensores de aparcamiento…

En el apartado de asistentes a la conducción también va bien servido. Tenemos alerta de colisión, alerta de ángulo muerto, asistente de pérdida de carril (no actúa sobre la dirección, sólo suena una alerta), frenada de emergencia en caso de colisión (que actúa con contundencia, deteniendo el vehículo a tiempo)… No está nada mal por este precio.

En materia de conectividad contamos con Bluetooth, Apple CarPlay, Android Auto y Mirror Link. Todos sabemos que salen novedades cada 6 meses y es imposible estar a la última, pero tiempo al tiempo.

Consumo: Muy bajo

En ciudad, ha sido de 6,5 l/100 km, una buena cifra en uso urbano. En carreteras, con cruceros entre 70 y 100 km/h, la media ha sido de sólo 4,2 litros con una conducción normal. En vías rápidas, con cruceros de 120 km/h el consumo se queda en sólo 4,8 litros, un valor muy bueno.

Con estas cifras de consumo y un depósito de 45 litros, es fácil hacer más de 700 km sin repostar.

Este vehículo cuenta con la etiqueta de la DGT C, la cual en Madrid, nos permite obtener un 10% de descuento a la hora de aparcar dentro del área metropolitana.

En definitiva, es un vehículo diseñado para hacer kilómetros en carretera, está a la última tecnológicamente hablando y tiene un juvenil y atrevido con un consumo muy bajo. 

Diseño
8
Motor
8
Comportamiento
8
Interior
7
Equipamiento
7
Consumo
8

Destacable

  • Confort de suspensión
  • Relación precio/equipamiento
  • Espacio y maletero

Mejorable

  • Ventanillas traseras de compás