¿Buscas un compacto híbrido y de lujo? Pues para de buscar, el Lexus CT 200h es el coche ideal para ti. Tiene 136 CV y es muy divertido de conducir.
Aunque no te lo creas, Lexus es capaz de hacer coches cuyo precio de partida esté por debajo de los 25.000 €. Un buen ejemplo es el Lexus CT 200h que arranca en los 24.900 € del acabado Eco y acaba con los 39.500 € del acabado Luxury, ambos precios sin descuentos.
Cuando pedí a la marca que me dejaran este modelo, fue porque el Lexus CT 200h me parece un coche muy interesante para los desplazamientos urbanos, sobre todo en ciudades como Madrid o Barcelona, donde es una auténtica gozada rodar entre el tráfico en pleno silencio y con un consumo bastante bueno. Esto se debe a que es una modelo híbrido, y por tanto, si sacamos provecho de la batería, podemos obtener consumos en ciudad por debajo de lo 4 l/100 km.
Esta unidad equipa el acabado F-Sport, el penúltimo del catálogo y que cambia por completo el aspecto del Lexus CT 200h, pero supone un incremento sustancial en el precio, pasando de los 24.900 € a nada menos que 39.500 € de tarifa. Se trata de una diferencia sustancial, aunque si tenemos en cuenta el equipamiento que añade, puede llegar a merecernos la pena. Pero no te asustes, hay 4 acabados más por debajo con precios más modestos.
Diseño deportivo
Para que nos vamos a engañar, si te pones a ver el coche desde esta posición, la gran cantidad de negro satinado hace que tus ojos se desvíen hacia la enorme parrilla que tanto caracteriza a los últimos modelos de la marca japonesa. Este color azul cían en contraste con el negro satinado y la forma tan agresiva de los pilotos delanteros, hacen que te plantees si estás ante un deportivo o ante un compacto.
Esta combinación de colores y elementos no deja indiferente a nadie, y hace que este pequeñín destaque en medio del tráfico. Eso se nota sobre todo cuando adelantas en medio del tráfico y el resto de conductores giran la cabeza para ver esta maravilla del diseño.
Su diseño hace que haya menos visibilidad desde el interior
No es oro todo lo que reluce. Por su diseño, la parte de detrás del Lexus CT 200h se ve algo afectada en lo referente a visibilidad. La marca japonesa ha intentado arreglarlo poniendo una ventana en forma de media luna en la puerta posterior, pero desde mi punto de vista no les ha servido de mucho ya que, el pilar C es demasiado grande. Además, las puertas traseras son bastante pequeñas, lo que va a dificultar bastante la entrada y salida del vehículo.
Con el acabado F-Sport, el Lexus CT 200h incorpora unas llantas de 17 pulgadas acabadas en tono grafito y aluminio pulido que resultan muy atractivas y, además, tienen una medida relativamente lógica (225/45 R17). Siguen siendo algo exageradas para un coche de menos de 140 CV, pero teniendo en cuenta la moda actual, las llantas de 18 e incluso 19 pulgadas, me parecen más apropiadas las de este Lexus.
El Spoiler sobre la luneta trasera, un paragolpes más robusto, los faros de led, y las piezas en negro satinado hacen que si ves el coche desde detrás te preguntes ¿Saldrá disparado?, porque lo cierto es que lo parece, y eso es gracias a que su altura libre al suelo es de apenas 130 mm.
El interior necesita una actualización desde mi punto de vista
El Lexus CT 200h fue lanzado al mercado en el año 2010 y desde entonces solo ha recibido leves mejoras estéticas, y esto pasa factura. Cuando me monté en este coche, me recordó demasiado a lo que sentí cuando me monté por primera vez en el Lexus NX 300h.
Fué como un flashback hacia el 2015. Los radios del volante eran demasiado gruesos y en pleno auge de las pantallas, no entiendo como Lexus no ha implementado un tacómetro 100 % digital. Eso sí, la pantalla multimedia está donde tiene que estar, arriba del todo y en una posición elevada, para que consultarla no sea un riesgo mientras se conduce.
Cierto es que en el círculo de la izquierda, el grafismo cambia en función del modo de conducción elegido (en el modo ECO es un indicador de potencia y en el modo Sport, es un cuentarrevoluciones tradicional) y que a la derecha del velocímetro hay una pantalla TFT a color que da la información necesaria, pero personalmente, prefiero los cuadros 100 % digitales junto con un salpicadero más limpio, al estilo del Lexus ES 300h.
En cuanto a los mandos, tienen buen tacto y los acabados son muy correctos, pero me sorprenden algunos contrastes. Por ejemplo, encontramos el detalle tan futurista como el cambio de grafismo entre el indicador de energía o un cuentarrevoluciones tradicional y otro tan desfasado como los botones que regulan la calefacción de los asientos, claramente vintage por decirlos así.
Otros aspectos que no me convencen son que el freno de estacionamiento hay que accionarlo con el pie y que la pantalla multimedia hay que manejarla mediante un joystick bastante impreciso situado detrás del cambio. Esto me deja bastante desconcertado ¿A que está jugando Lexus manteniendo este joystick? ¿No puede poner un trackpad como tiene el resto de la gama?
Delante hay espacio
Las plazas delanteras tienen bastante espacio, son confortables y recogen bastante bien el cuerpo. Ambos asientos delanteros son regulables eléctricamente y el del conductor tiene memoria para guardar la posición del asiento. Como recomendación, si tienes que llevar a una persona mayor en el coche, mejor que vaya delante.
Detrás tenemos un problema típico en este segmento, la falta de anchura. Esto hace que llevar 3 pasajeros detrás sea una misión casi imposible. Tampoco sobra hueco para las piernas si los ocupantes de los asientos delanteros superan el metro ochenta, y si los pasajeros traseros miden 1,80 metros de alto o más, mejor que se monten delante, porque detrás se dan con el techo. La anchura de las puertas tampoco ayuda a mejorar este apartado.
El portón es amplio y deja un buen acceso al espacio de carga, pero el maletero no ofrece mucho volumen de carga (375 litros): es de los menos capaces de la categoría de los compactos. Tenemos un pequeño hueco bajo la tablilla muy utilizable si necesitamos profundidad para algún bulto, pero no llega hasta los respaldos traseros debido al espacio que ocupan las baterías.
Como detalles en esta zona nos encontramos con argollas de sujección, que nos van a permitir tener la carga bien sujeta. Los asientos traseros se abaten en proporción 40% – 60% y con los asientos traseros abatidos, se consigue una capacidad de carga de 985 litros.
Sólo un motor disponible
Como va siendo costumbre en la marca japonesa, en el Lexus CT 200h solo hay una opción mecánica disponible, y es híbrida. Se trata de un conjunto que nos ofrece 136 CV de potencia combinada. Este es el mismo motor que montaba el Toyota Prius de tercera generación y combina un motor de 1.8 litros de gasolina de 99 CV de ciclo Atkinson con un motor eléctrico de 82 CV.
Su batería asiste al motor térmicos en momentos puntuales (especialmente al arrancar, uno de los más ineficientes para un motor térmico) y permite que el coche ruede en modo 100% eléctrico, hasta un máximo de unos 2 km aproximadamente. Con 136 CV no podemos pedir unas prestaciones de escándalo; además, el Lexus CT 200h no es muy ligero, con un peso en orden de marcha que ronda la tonelada y media.
Cambio Transaxle
Como todos los híbridos del grupo Toyota, el Lexus CT 200h también emplea el sistema transaxle para combinar la potencia del motor de gasolina con el eléctrico. Este sistema es muy suave de utilizar en modo automático, no pega tirones y las aceleraciones son suaves y progresivas.
Sin embargo cuando queremos usar toda la potencia del motor, te encuentras con la sensación de que la entrega de potencia del motor parece claramente inferior a los 135 CV que declara el Lexus CT 200h. Esto se debe a que la caja de cambios es de engranajes planetarios y por tanto es muy similar a una de tipo CVT. Esta caja es desesperadamente lenta en aceleraciones y recuperaciones fuertes, y hace un ruido muy elevado que no se corresponde para nada con lo que el hace el coche al acelerar.
Esta sensación se ve muy mitigada gracias a lo bien insonorizado que está el habitáculo. Es más, el grosor de los cristales de las ventanillas me ha sorprendido. Gracias ello, conducir este coche es todo un lujo, ya que no se oye absolutamente nada del exterior, salvo cuando damos gas a fondo, que entonces se produce ese resbalamiento de la caja de cambios que te acabo de comentar.
Esta insonorización es importante porque debido al peculiar funcionamiento de su transmisión, hace que el propulsor se ponga a tope de vueltas en las rampas y puertos de montaña. Gracias a su mejor aislamiento, el ruido que provoca no resulta tan molesto como en los modelos de Toyota, en los que el ruido de la mecánica si llega a escucharse demasiado cuando aceleramos.
Si te fijas en la imagen de arriba, no hay un modo manual ni opción de marchas prefijadas. A contra, lo que tenemos es una posición denominada B o Break, que lo que hace es ejercer como freno de motor y por tanto recupera mucha más energía que usando el freno o dejando de acelerar y, cuando aprendas a usarlo con el paso del tiempo, verás como en ciudad solo tocarás el freno para detenerte.
Muy fácil de conducir
Si por algo destaca el Lexus CT 200h, es por la enorme facilidad de conducción. Cualquiera se hace con el control de este coche en pocos minutos y conducirlo resulta muy agradable, especialmente en ciudad. Desde que nos sentamos hasta que empezamos a rodar sólo hay que pulsar un botón (el de encendido), soltar el freno de estacionamiento y seleccionar la marcha adelante o atrás, nada más.
La ciudad es su hábitat y es donde mejor se desenvuelve. El ver que apenas consumes gasolina mientras circulas en un atasco, moviéndose poco a poco con la energía recuperada en las baterías, quita mucho estrés al conductor, os lo digo enserio, esto es una ventaja tremenda en el día a día con este Lexus CT 200h frente a otros compactos. Además, sus dimensiones (4,35 m del largo, 1,76 m de alto y 1,44 de ancho) hacen que no cueste nada encontrar un sitio donde aparcarlo.
Mediante el selector de modos de conducción podemos elegir entre las modalidades Eco (ahorro de combustible) Normal y Sport (aumenta las revoluciones del motor y endurece la dirección), además de poder optar también por la conducción totalmente eléctrica si el nivel de batería es lo suficientemente alto sin sobrepasar alrededor de los 50 km/h y sin forzar demasiado el acelerador.
La dirección me ha gustado mucho porque su nivel de asistencia y la desmultiplicación me parecen muy acertados. La visibilidad hacia delante es muy buena, pero pediría una mejora en la lateral y trasera, entorpecida esta última por el grueso montante posterior.
Además, no estaría de más contar con una alerta de ángulo muerto en este modelo. Las suspensiones me han parecido un poco secas para el planteamiento del coche. Probablemente se deba más al acabado F-Sport que a una mala elección de la suspensión.
Saquémosle a carretera
Cuando lo sacas a carretera, te das cuenta de que es bastante cómodo; principalmente por la postura de conducción y por la buena insonorización. Pero.. descubres una pega cuando vas en silencio y es el sonido del ventilador de la batería. La salida del ventilador está situada en el lateral derecho de los respaldos traseros y a veces lo puedes confundir con que llevas la puerta abierta o la ventanilla mal cerrada. Eso sí, yo que estoy acostumbrado a conducir todocaminos, cuando me monto en coches así de bajos, me siento como si fuera un enano 🤨.
Las reacciones del Lexus CT 200h son correctas, solucionando la maniobra de esquiva y la frenada de emergencia sin problemas. En cuanto a su agilidad, el Lexus CT 200h no busca ser un coche eficaz en tramos virados, pero tampoco es torpe. Apenas balancea gracias a su peso y al peso de las baterías, situadas en el eje trasero.
Eso sí, hay que tener paciencia a la hora de adelantar y estar muy seguros de poder volver a nuestro carril, porque con 136 CV jamás vamos a poner en aprietos al chasis de este modelo. No digo que sea peligroso hacer adelantamientos con este coche, simplemente que hay que saber muy bien cuándo podemos hacerlo.
En autovía y autopista no hay mucho que decir. Aunque aguanta perfectamente los 130 km/h y más, si nos pasamos un poco del límite, el consumo en autopista es algo más elevado con medias de algo más de 6 litros si no somos demasiado cuidadosos con el acelerador.
El tacto del freno, como siempre, es un apartado mejorable en los híbridos. En función del estado de carga de las baterías tendremos más freno motor o menos y la respuesta al pedal de freno variará: no siempre que pisemos con una determinada presión obtendremos la misma frenada, lo cual desconcierta bastante si buscamos precisión en las maniobras. Pero, no te preocupes, te acabas acostumbrando en los primeros km.
El control de estabilidad, por su parte, cuenta con un buen tarado, corrigiendo nuestros errores y mostrando reacciones progresivas y seguras. En definitiva, el Lexus CT 200h me ha parecido un coche con una respuesta predecible y segura en todo momento.
Acabado F-Sport
En total hay 7 acabados (Eco, Business, Black & Grey Edition, Executive, Sport Edition, F-Sport y Luxury). El nivel de acabado F Sport supone un incremento en la factura de compra que ronda los 10.000 euros, una cifra muy elevada. Sin embargo, teniendo en cuenta todo el equipamiento que trae consigo este pack y la mejora estética (y de confort, gracias a los mejores asientos), creo que su precio está bastante justificado.
Por los 35.000 euros que cuesta la unidad probada hay varios modelos en el mercado con igual o incluso mayor dotación (Seat León FR, Peugeot 308 GT, Ford Focus Titanium…). Pero si nos vamos a marcas premium, se nos empiezan a «caer» candidatos… y si encima buscamos versiones híbridas, ya nos quedamos definitivamente solos.
Objetivamente, me parece un coche caro, pero es cierto que tiene ese intangible de exclusividad que supone contar con la insignia de Lexus sobre la parrilla delantera… y eso se paga.
De las configuraciones posibles para el Lexus CT 200h, la F-Sport es la que me parece más interesante gracias a su atractiva estética (que lo hace parecer mucho más coche) y a su completo equipamiento, con cámara de marcha atrás, volante multifunción, asientos calefactados, navegador, manos libres, climatizador bizona, retrovisores con plegado automático, sensor de lluvia, llantas de 17 pulgadas, control de crucero adaptativo, alerta de cambio involuntario de carril, asistente de arranque en pendiente, Lexus Safety System +, Performance Damper delantero y trasero y, reconocimiento de señales de tráfico, entre otros. Si quieres saber que más trae, te animo a configurarlo mediante la web de Lexus.
Consumos contenidos
Con poco más de 40 litros de capacidad en el depósito de gasolina, es fácil cubrir más de 600 km con el Lexus CT 200h, una autonomía muy razonable para la mayoría de los conductores.
Cuando más partido se saca de la tecnología híbrida es en recorridos urbanos, en los que nos movemos a velocidades muy bajas. En estas condiciones circulamos mucho tiempo en modo eléctrico y la media de consumo baja de forma notable. Además, rodamos en un silencio total, lo cual siempre es de agradecer. En estas circunstancias, el gasto de combustible se queda en unos 4,6 l/100 km, una cifra excelente.
Si salimos a carretera y subimos nuestro ritmo por encima de los 50 km/h (es la velocidad máxima que admite el Lexus CT 200h en funcionamiento exclusivamente eléctrico), apenas vamos a poder sacar partido del sistema eléctrico, lo cual aumenta los consumos hasta los 5,5 l/100 km, un dato que sigue siendo correcto, ya que el motor eléctrico apoya al de gasolina la mayoría del tiempo
Donde peor se desenvuelve este Lexus (en lo que a gasto de carburante se refiere) es en autopistas y autovías, con medias de 120 km/h. Aquí las baterías suponen un lastre, es como llevar el maletero cargado, y tanto el sistema transaxle como el motor de combustión no pueden ofrecer un buen rendimiento, con medias de 6,7 l/100 km. Sin ser malas cifras, son claramente peores que las de versiones diésel equivalentes.
Destacable
- Su chasis
- Consumo
- Comportamiento dinámico
- Estética
Mejorable
- Maletero algo justo
- Interior obsoleto
- Espacio plazas traseras