El Peugeot 5008 pasa de ser un monovolumen convencional a un todocamino de 7 plazas por fuera y un auténtico monovolumen por dentro.
El Peugeot 5008 juega en un terreno que no es el suyo, tiene una estética SUV, cuando en realidad es un auténtico monovolumen. Su capacidad de llevar a 7 personas, sus soluciones prácticas y una imagen que es todo una cierto en el mercado actual, son sus principales virtudes.
El segmento de los monovolumen es uno de los gran perjudicados por la moda de los SUV, por lo que Peugeot ha decidido darle un nuevo estilo al 5008, y ofrecer un monovolumen con un diseño que le hace parecer un SUV, ¿Pero lo ha conseguido? Vamos a comprobarlo, hoy os traigo el Peugeot 5008 GT Line con el motor 1.5 BlueHDI de 130 CV con un cambio manual de 6 relaciones.
Diseño: Un gran acierto
He de reconocer que Peugeot ha acertado con este diseño y ha hecho un coche que le gusta a la gran mayoría. Si que es verdad, que puede parecer un tanto estrecho y largo visto desde fuera, pero cuando me dieron las llaves y lo vi por dentro, me quedé atónito, está muy bien aprovechada la anchura y la longitud del vehículo por dentro, con 1,8 m de ancho y 4,6 m de largo.
En la parte frontal, encontramos los faros de mirada “felina” que ya son una característica común en los últimos modelos de la marca francesa. Personalmente me gusta mucho la forma de la parrilla delantera, con un diseño muy elaborado con un tono bicolor. Los faros full led inteligentes también me han gustado, con una buena iluminación que mejora nuestra seguridad, de los que hablaremos más adelante.
El 5008 se podría pensar que es algo así como un 3008 alargado, con una mayor distancia entre ejes que se nota claramente en una puerta trasera mucho más larga, lo que nos deja un acceso a la tercera fila de asientos más que decente. Además, Peugeot ha decidido poner un tercer cristal más largo para que los pasajeros de la tercera fila de asientos puedan admirar el paisaje.
En la parte de atrás, poco tengo que contar, cuenta con un portón de apertura manual, con embellecedores metalizados, lo que le da un toque “más caro”. Justo debajo del paragolpes, están las falsas salidas del tubo de escape, que le dan un toque más deportivo. Los pilotos traseros son los típicos de la marca francesa con la garra felina, lo que al igual que los delanteros, hace que distingas que es un Peugeot a mucha distancia y además aporta un toque de personalidad.
Interior: Más grande de lo que aparenta
En el momento que abrí la puerta del coche, me di cuenta de que es mucho más grande de lo que aparenta por fuera, además este te invitaba a subirte en él con una rapidez abismal, es un interior muy acogedor y atractivo, hasta cierto punto futurista. Esto se debe a la disposición de todos los elementos hacia el conductor, lo que hace que sea el el protagonista.
El diseño del salpicadero es elegante y está bastante bien rematado, prolongándose hacia las puertas lo que parece que sea un salpicadero sin fin. Este diseño, además de bonito, hace que a la hora de ponernos a conducir, parezca que vamos envueltos en él. Además, tiene muchos huecos donde podemos depositar objetos, siendo característica típica de un monovolumen, como los huecos en el suelo entre las plazas y traseras y un tarjetero en el lado izquierdo del volante.
En el momento de escribir este apartado, me encuentro sentado en el asiento del conductor y me he puesto a tocarlo todo y me he dado cuenta de que los materiales del salpicadero y de las puertas son de buena calidad, con un tacto blando, que no desagrada en absoluto. Además en los mandos que tocamos con más asiduidad como el volante, la palanca de los intermitentes, los botones del aire, etc. tienen un tacto premium.
De esta foto, hay mucho que comentar, para empezar, Peugeot ha empleado el puesto de conducción i-Cockpit 2, que trae el volante también achatado por arriba, ya que en la anterior generación solo era achatado por debajo, lo que impedía ver con claridad los relojes del cuadro de instrumentos. En esta segunda generación ya se ve todo con claridad. No necesita un Head-Up-Display, ya que no se desvía la vista de la carretera.
La primera impresión del volante, fue que era pequeño, pero en cuanto hice un par de kilómetros con el coche, descubrí que es mucho más cómodo que un volante grande sobre todo a la hora de circular por ciudad y aparcar.
El salpicadero tiene en su mayoría plásticos blandos, pero lo que más me ha llamado la atención es el plástico con símil a tela, que recubre desde la parte superior de la botonera de la pantalla central hasta el final de las puertas delanteras prácticamente lo que le da un toque mucho más premium.
Tampoco me parece bien resuelto el hueco por delante de la palanca de cambios (por cierto, su tacto es muy pastoso e impreciso), donde está el puerto de carga inalámbrico para el móvil. Es demasiado bajo y la mano no me cabe para poder coger el móvil cómodamente, obligándome a hacerlo con la punta de los dedos o con la mano en posición horizontal.
Como ya sabéis, me encanta que un coche lleve el techo de cristal y más practicable como es este caso, la cortina que tapa el techo por dentro, se pliega de forma automática, pulsando en el botón situado encima del espejo retrovisor central o bien, una vez sales del coche y cierras, manteniendo el botón de cerrado en la llave un par de segundos, entonces, se inicia el cierre de todas las ventanas, incluido el techo y la cortina.
Los asientos del acabado GT Line tienen unas formas que envuelven bien el cuerpo, pero su tejido resulta muy caluroso en verano y la banqueta es algo corta si mides más de 1,8 metros. Además en esta unidad no equipa los asientos calefactables ni ventilados, cosa que me da pena en un coche de 32.000 € sin descuentos.
Los asientos delanteros ergonómicos [AGR] con función masaje, calefactables, ajuste lumbar eléctrico y banqueta reglaje longitudinal mecánico tienen un sobre coste de 1.300 € y si son solo con función masaje, calefactables Regulación conductor y pasajero mecánica tienen un sobre coste de 800 euros.
Al llegar a las plazas traseras, empiezan a llegar los problemas, los asientos no son de todo comfortables para lo que tendrían que ser en un monovolumen, la banqueta se puede deslizar hacia delante y hacia detrás, lo que nos permite reducir o ampliar el espacio del maletero o el espacio entre la segunda y la tercera fila de asientos. Eso sí, al menos son tres asientos individuales, tal y como son en un auténtico monovolumen.
Además encontramos una toma de 220 V, con enchufe convencional, para poder cargar nuestros dispositivos (neveras portátiles, portátiles, etc.).
Si utilizamos las 7 plazas, nos queda un maletero similar al que tiene el Peugeot 108. Sin embargo si solo utilizamos 5 plazas, el maletero asciende considerablemente a los 702 litros de volumen útil, lo que nos permite meter todas las maletas de una familia con facilidad e irnos de viaje sin problemas.
Motor: Más eficiente sin perder agilidad
La mecánica elegida para esta prueba es el nuevo 1.5 HDi en su configuración de 130 CV con cambio manual de 6 relaciones. Pese a que la cilindrada se ha reducido, su respuesta al acelerador es muy buena y cuenta con una buena reserva de par que hace muy agradable su uso, al no tener que estar demasiado pendientes de la marcha en la que vamos, lo cual se agradece, pues la palanca de cambios tiene un tacto poco preciso y, además, no queda muy a mano. Claramente, la consola central del 5008 y la ergonomía del i-Cockpit 2 se han pensado para vender cambios automáticos.
Esta mecánica dispone de sistema de tratamiento de gases con filtro de partículas y catalizador SCR con AdBlue y está preparada para superar las nuevas normas anti contaminación Euro 6c que entraron en vigor el pasado mes de septiembre.
La respuesta al acelerador es agradable y los 130 CV son suficientes para mover un coche que puede llegar a cargar hasta 7 personas y cuya aerodinámica no es muy favorable. Si queremos tener una respuesta un poco más alegre, junto al pulsador del freno de estacionamiento tenemos una tecla que pone “Sport” que hace más sensibles las reacciones del pedal del acelerador, que se nota bastante a la hora de hacer algún adelantamiento.
Una persona me pregunto, ¿Que pasaría si por error en vez de mantener el botón de Sport para activarlo, nos equivocáramos y mantuviéramos el de Start and Stop en marcha? No pasa absolutamente nada, salta un aviso en el cuadro de instrumentos advirtiéndonos de que estamos presionando este botón, para que quitemos la mano y pulsemos correctamente el del modo Sport.
La gran ventaja de este motor diésel frente a sus “hermanos” de gasolina es que sus consumos no se disparan cuando cargamos el coche a tope o si avivamos un poco el ritmo. Si vas a llevar con frecuencia a toda la familia contigo en tus viajes, probablemente sea ésta la mecánica más recomendable, por su relación prestaciones/consumo.
Comportamiento: Prima el comfort.
En este apartado también queda demostrado que, bajo la apariencia de un SUV, el Peugeot 5008 es en realidad un coche familiar. Su punto fuerte es el confort y es lo razonable.
En ciudad es un coche cómodo, porque tiene un radio de giro sorprendentemente bueno y porque todos los mandos se manejan con suavidad, sobre todo la dirección, muy rápida y asistida. Tampoco es mala la visibilidad, pero su tamaño se se nos vuelve en contra en los parkings actuales, y en los huecos de la calle, donde solo te encuentras sitios para aparcar un smart.
Las suspensiones son blandas y se agradece a la hora de pasar por resaltos y tapas de alcantarilla, aunque los rebotes del eje trasero son algo bruscos en estas situaciones.
En carreteras secundarias se nota mucho que el 5008 es un coche bastante pesado y con unas suspensiones confortables. Sus inercias son elevadas y hay que darle tiempo a que la carrocería se asiente en las zonas con curvas enlazadas. Si intentamos ir rápido, notaremos claramente que al morro le cuesta obedecer y que las transferencias de masas le llevan su tiempo. Esto no quiere decir que sea un cepo o demasiado torpe, es un coche familiar.
A la hora de viajar por autopista y autovía, se agradece el buen aislamiento acústico, no se oye “absolutamente nada“, pese a que fuera el motor canta de lo lindo. Las suspensiones blandas terminan de redondear esa sensación de confort y su generosa distancia entre ejes hace que las curvas rápidas se tracen con seguridad. Tal vez se podría endurecer un poco más la asistencia de la dirección al superar los 100 km/h para mejorar la sensación de aplomo y evitar bandazos innecesarios o que se note tanto el efecto del viento lateral, incrementado ya de por si por la longitud del vehículo.
En definitiva, es un coche sin la mínima intención de salir del asfalto más allá de un parque forestal.
Equipamiento: GT Line
El acabado GT Line se posiciona en la parte alta de la gama 5008 y es muy completo. Realmente merece la pena el desembolso extra que supone acceder a él, pues, además de un mayor atractivo estético, los elementos de serie de este equipamiento compensa con creces la diferencia de precio.
Techo panorámico practicable, navegador, asistente de aparcamiento con cámaras delante y detrás, además de los sensores, volante multifunción, control de crucero, sensor de lluvia y luces, climatizador bizona, etc. No echaremos en falta nada.
Al principio del artículo os hablaba de los faros full led de Peugeot. Estos funcionan muy bien, cambiando de luces largas a cortas cuando considera necesario sin deslumbrar a nadie en ningún momento, lo que supone un extra de seguridad en aquellas carreteras, que de noche, no hay ni una sola luz. Además los faros antiniebla también son de led y se enciende el antiniebla correspondiente a la hora de realizar un giro, es decir, si entramos en una curva a izquierda se enciende el antiniebla izquierdo y viceversa para obtener una mayor visibilidad, lo que garantiza aún más la seguridad para el conductor.
En el apartado multimedia no va mal servido. Cuenta con sistema Mirrorlink, Apple Car Play y Adroid Auto y su manejo es sencillo, aunque se ha quedado algo obsoleto cuando usamos los comandos por voz, que son los más seguros de utilizar en marcha. Sus rivales más recientes reconocen órdenes de forma más intuitiva y son más fáciles de usar, aunque esto no es cosa de este modelo, sino del grupo PSA.
En cuanto a los asistentes avanzados a la conducción del Peugeot 5008, tampoco va mal servido. La competencia, empieza a estar algo por delante, al ofrecer asistentes de mantenimiento en el carril más eficaces, que no hagan un giro brusco de volante, sino de forma suave y continuada como el Opel Insignia Grand Sport al igual que los sistemas de alerta de colisión con frenado de emergencia o el reconocimiento de peatones, disponibles en este 5008, pero menos precisos que los de las generaciones más recientes.
Consumo: Muy razonable
Para no variar, los consumos oficiales no se han cumplido tampoco durante nuestra semana de pruebas, y eso que la razón de ser de este motor 1.5 BlueHDI de 130 CV tiene como razón de ser una mayor eficiencia energética y ecológica. Eso sí, sus 56 litros de combustible dan para realizar más de 800 km sin repostar.
El consumo que más se dispara es el urbano. El 5008 es un coche pesado y, cada vez que nos tenemos que poner en marcha, hay que vencer mucha inercia. Frente al consumo homologado en ciudad de 4,7 l/100 km, el real se va hasta casi los 7 l/100 km. Sin embargo en carretera, el homologado es de 3,8 l/100 km, y el mejor registro que he obtenido ha sido de 4,6 l /100 km circulando a velocidad constante a 120 km/h en llano. Si la carretera empieza a tener subidas y bajadas, el consumo va en aumento hasta llegar a los 6,5 l/100 km.
Este vehículo cuenta con la etiqueta de la DGT C, la cual en Madrid, nos permite obtener un 10% de descuento a la hora de aparcar dentro del área metropolitana.
En definitiva, es un vehículo diseñado para hacer kilómetros en carretera, está a la última tecnológicamente hablando y tiene un diseño de monovolumen pero en SUV con un consumo muy contenido.
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Destacable
- Diseño atractivo
- Versatilidad
- Confort de viaje
Mejorable
- Peso
- Detalles de acabado
- Tacto de la palanca del cambio
- Uso de Adblue