Prueba BMW Serie 3 320e: Una gran alternativa a las versiones diésel

Si hablamos de berlinas medias, mis preferencias son bastante claras, el BMW Serie 3 es el rey, sobre todo por las sensaciones al volante y su tacto de conducción.

Ahora bien, cuando me dijeron que iba a poder probar el BMW Serie 3 híbrido enchufable 320e, tuve un pequeño temor a que el peso extra provocara una conducción desequilibrada pero confié, al fin y al cabo, hablamos de un BMW ¿no?

Esta variante con etiqueta cero emisiones de la DGT, el BMW Serie 3 320e es un coche ideal para todo, ya sea para viajar a un ritmo alegre por vías rápidas o para olvidarte de las vías principales y tomar una carretera secundaria divertida a ritmo alegre.

Pero claro, hay matices que cambian, como es lógico y es en eso en lo que me voy a centrar, en los detalles y no en el tacto general. Para esto último ya tenemos en la web la prueba del BMW Serie 3 320d.

204 CV de potencia combinada

Esta versión es con diferencia la mejor alternativa al diésel, que no es mejor ni tampoco perfecta, pero lo cierto es que es bastante eficiente y mueve con mucha solvencia el BMW Serie 3 320e.

El BMW Serie 3 PHEV 320e entrega 204 CV de potencia combinada, pero para los que quieran algo más de carne en el asador, hay una mecánica más potente denominada 330e, con 292 CV de potencia combinada.

Sin embargo, desde mi parecer, las prestaciones de la mecánica 320e son más que suficientes y, encima es la versión más asequible. No en vano, la aceleración de 0 a 100 km/h la realiza en 7,6 segundos y su velocidad máxima es de 220 km/h. Suficiente para nuestro país ¿no?

El tren motriz está compuesto pon un motor de gasolina turbo de 2 litros, cuatro cilindros en línea y 163 CV, al que se suma el motor eléctrico de 113 CV, todo ello ubicado en la parte delantera. Ahora bien, este es un BMW y, como buen BMW, el Serie 3 320e es de tracción trasera.

Entre 50 y 55 km reales en eléctrico

La batería es de iones de litio y está alojada en la parte trasera. Tiene 12 kWh de capacidad (10,8 netos) y es capaz de recargarse por completo en algo más de 3 horas y media en corriente alterna a una potencia de 3,7 kW.

Todo lo relacionado con el control del sistema híbrido se encuentra en un mando en la consola central. Con el se puede alternar entre usar el sistema híbrido o usar solamente el sistema eléctrico.

Otra opción que permite el selector es mantener la carga de la batería (por si llegamos al centro de una ciudad y queremos mantener la carga para circular posteriormente en eléctrico) o regenerar la carga en marcha (por si queremos cargar la batería para circular posteriormente por una zona restringida solo a vehículos cero emisiones).

Para no perder autonomía con demasiada rapidez, la parrilla del BMW Serie 3 320e 2022 es activa, es decir, se cierra cuando no necesita refrigeración mecánica para mejorar el coeficiente aerodinámico y por ende, para bajar consumos.

Respecto al resto de la gama del Serie 3, los modos de conducción son muy diferentes: Electric, Hybrid y Sport, además del característico modo individual que permite configurar distintos parámetros del coche a nuestro gusto.

La transmisión elegida es la magnífica automática con convertidor de par Steptronic, de 8 velocidades y levas tras el volante, cuya gestión y comportamiento son intachables. ¡Este es un cambio automático de los buenos!

El espacio interior no está nada mal

En referencia al espacio, lo cierto es que se nota para bien que alcanza nada menos que los 4,70 metros de longitud y los 2,85 metros de batalla, porque hay muchísimo sitio para las piernas. De esta forma, el límite lo pone la caída del techo, que limita el confort de personas que superen los 1,85 metros de altura.

Como en prácticamente todos los PHEV, la integración de la batería reduce el espacio del maletero, llegando en este caso a los 375 litros de capacidad, una cifra propia de un compacto y no de una berlina de tamaño medio, pero bueno, no lo puedes tener todo, ¿verdad?

Eso sí, la superficie de carga no es irregular, sino plana, y debajo de ella hay un práctico espacio para guardar los cables de carga. Además, los asientos se pueden abatir en proporción 40:20:40

Buena calidad de los materiales

Durante la prueba del BMW Serie 3 320e me he dado cuenta de que por lo demás, nada cambia, lo que significa que el interior ha de calificarse como intachable dada la calidad de los materiales y la disposición de los mandos.

De hecho, el climatizador se maneja con botones convencionales y para acceder a los diferentes menús de la pantalla central, disponemos del característico iDrive, que permite un manejo mucho más efectivo del sistema multimedia.

Las sensaciones al volante alcanzan niveles muy elevados por muchos motivos. Podemos citar, por ejemplo, el gran silencio interior, no perturbado ni por sonidos mecánicos ni tampoco por ruidos aerodinámicos o de rodadura. Todo llega muy filtrado al habitáculo y eso supone un plus para viajar. De hecho, hasta los 140 km/h el coche se puede desplazar sin emplear el motor de combustión.

Comportamiento, prestaciones, consumos y sensaciones a la altura de un BMW 

Las prestaciones del BMW Serie 3 320e son considerables y, en general, el funcionamiento del tren motriz es sumamente placentero. Después de lograr 50 kilómetros libres de emisiones, cargamos de nuevo la batería y realizamos varios trayectos con el programa Hybrid manteniendo esa carga o incluso elevándola, es decir, supuestos muy poco favorables para el consumo. 

Pero lo cierto es que los 5,3 litros cada 100 kilómetros de media durante la semana de pruebas me parece una cifra más que interesante y, sobre todo, si tenemos en cuenta que puede descender drásticamente cuanto más usemos el modo 100 % eléctrico y, que podemos bajarlo aún más, a nivel económico si cargamos en lugares donde ofrezcan la carga gratuita.

¿Y el ‘feeling’ dinámico? A pesar de que el 320e llega a los 1.845 kilos en vacío, la verdad es que continúa siendo un coche muy divertido para llevar en curvas, donde siempre es un placer sentirte impulsado por el tren trasero gracias a la propulsión firma de la casa. Ni que decir tiene que como ‘rutero’ este coche también brilla de una forma sobremanera con la suspensión fija de serie (hay otra adaptativa dentro del equipamiento opcional).

¿Me quedaría con el BMW Serie 3 híbrido enchufable?

La pregunta del millón puede ser si me quedaría con el 320d, con un motor turbodiésel de 2,0 litros y 190 CV, frente al BMW Serie 3 320e. Si saco provecho habitualmente a la etiqueta 0 y asumo el coste extra de un cargador en casa, elegiría el PHEV, pero si tengo que viajar habitualmente, la versión de gasóleo, con un consumo mixto homologado de tan solo 4,5 litros cada 100 kilómetros y un maletero de 480 litros, sería mi elección porque además proporciona un tacto levemente más natural.

El equipamiento de serie del modelo enchufable incluye el preacondicionamiento del habitáculo, una función siempre interesante en días extremos, tanto de calor como de frío. Asimismo, a través del sistema multimedia y una aplicación, puedes encontrar fácilmente puntos de recarga y comprobar si están libres o no. 

La tarifa inicial del 320e se inicia en algo más de 50.000 euros, aunque si lo quieres con una imagen más deportiva, BMW ofrece los acabados Sport y M Sport , con multitud de componentes específicos, tanto en el exterior como en el habitáculo, además de con neumáticos más anchos.

Cabe recordar que el restyling de este modelo ya ha llegado y que hay cambios notorios frente a esta generación del 2022, pero para saber que cambios son, tendrás que esperar a la prueba de la nueva generación del BMW Serie 3 híbrido enchufable.

Desde luego, los híbridos enchufables tienen sus pros y sus contras, pero salvo el maletero, este BMW Serie 3 320e suma muchos puntos elogiables, incluido por supuesto el mayor respeto por el medio ambiente y el ahorro económico de las cargas gratuitas o a muy bajo coste frente a la versión de combustión tradicional.