Ford Mustang Mach 1, la versión más radical del mito americano con 460 CV y un motor V8 de 5 litros que harán que disfrutes como nunca lo habías hecho.
Desde pequeño los muscle car siempre me han parecido unas auténticas obras de arte y de ingeniería capaces de hacerte sentir en todo momento una diversión absoluta mientras los conduces y eso quedó demostrado cuando probé el año pasado el Ford Mustang Fastback GT.
Esta semana he tenido la oportunidad de probar el Ford Mustang Mach 1, la versión tope de gama del Mustang. Este modelo solo está disponible con carrocería coupé y puede elegirse con el cambio manual de 6 velocidades o con el cambio automático de 10 relaciones.
Videoprueba del Ford Mustang Mach 1 Automático
Su precio de partida es de 65.072,07 € para la versión manual y de 68.072,07 € para la versión automática, que son 12.500 euros más que el Ford Mustang GT equivalente del que se diferencia por tener 10 CV más y por una serie de retoques estéticos y mecánicos que incrementan su deportividad.
¿Qué cambios tiene el Ford Mustang Mach 1 con respecto a la versión GT?
Soy consciente de que el motor del Ford Mustang Mach 1 es una auténtica barbaridad, pero lo bueno se hace de rogar. Ahora, voy a contarte que ha hecho Ford para diferenciar al Mach 1 de la versión GT y si eso justifica o no los 12.500 euros de sobre precio con respecto al GT. De entrada has de saber que esta versión Mach1 pasa a ocupar el puesto más alto de la gama, por lo que el Mustang Bullit, para nuestra desgracia, desaparece.
Empecemos por los cambios dinámicos: la marca estadounidense ha asumido que el Ford Mustang Mach 1 se utilizará mucho en circuito pese a pesar 1.861 kg, de modo que ha refrigerado todo lo que se podía refrigerar con tres nuevos radiadores, uno para el aceite, otro para el diferencial trasero y otro para la caja automática.
También ha montado un escape diferente (algo más ruidoso), una suspensión con casquillos más rígidos, muelles más firmes y barras estabilizadoras diferentes y ha retocado levemente la dirección. Aun así, el coche conserva la suspensión pilotada electrónicamente.
En el ford Mustang Mach 1 hay varios modos de conducción: el normal (bastante aburrido, la verdad), el sport que estira más las marchas en modo automático y suena más, el sport plus, que te deja jugar un poco con la trasera al acelerar y que se nota tanto en la dirección como en la suspensión y luego los modos de aceleración.
Estos modos de aceleración no son más que un launch control con esteroides, el de circuito, con la suspensión lo más firme posible, la dirección muy rápida y el control de estabilidad muy permisivo. Y para terminar, hay un modo para firmes deslizantes, que hace que el Mustang se mueva como si llevara tacones de aguja. La dirección, por cierto, puede ajustarse mediante uno de los botones de la consola (normal, confort y deportivo) y hay otro que nos permite desconectar el control de tracción.
Un coche bastante exigente para conducirlo deprisa
Este Ford Mustang Mach 1, con una suspensión más firme que el GT, es un coche bastante exigente para conducirlo deprisa por su tendencia a sobrevirar, más acusada cuando retrasamos o anulamos la acción del control de estabilidad.
En el fondo, no deja de ser un Mustang, un caballo salvaje, y pese a que su carácter se ha dulcificado con el paso de los años y ya no tiene el eje rígido trasero que durante muchos años fue uno de sus santo y seña, sigue siendo un coche que demanda buenas manos y cierta decisión en determinadas ocasiones.
El Ford Mustang Mach 1 es un coche bruto, uno de esos que obligan a estar muy pendientes de lo que se hace con ellos y que, al límite, te demuestran que no son un juguete.
Al Mustang hay que domarlo, hay que entenderlo y dejarle hacer según que, pero manteniéndolo siempre bien sujeto. Es, de todas maneras, de aquellos coches que, una vez se acaban las curvas, del circuito o de la carretera, estás convencido de que, pese a que te lo ha puesto difícil en algunas ocasiones, sigue siendo tu socio, tu cómplice.
Hablemos de los cambios estéticos
Hay un refrán que dice “No hay campo sin grillo ni hortera sin amarillo”, pero a mí me gustan bastante los colores chillones y no me puedes negar que esta combinación de amarillo y negro mate es resultona. Pero no te preocupes si no te gusta el amarillo, hay otros 7 colores y franjas a elejir.
Los cambios estéticos del Mach 1 con respecto a la versión GT son: el labio inferior exclusivo, el alerón trasero y el difusor, que incrementan un 22%, siempre según la marca, el apoyo del eje trasero, llantas de 19 pulgadas con media pulgada más de garganta, frenos Brembo de seis pistones que asoman entre los radios de la llanta y unos buenos Michelin Pilot Sport 4 S, que ofrecen un agarre notable, pese a que los traseros sufren lo suyo con el par de 530 Nm.
En el interior, hay muy pocas cosas que le distinguen del Mustang GT. Tenemos la moldura del salpicadero, la placa numerada y los asientos de cuero, muy deportivos, pero sin llegar a la incomodidad que, en ocasiones, proporcionan los de tipo baquet de la marca Recaro que se ofrecen como opción a la hora de configurar el coche.
El Mustang es un coche americano y su interior también, es decir, su estándar de calidad está un punto por debajo de lo que esperaríamos en un coche europeo… y dos puntos por debajo de lo que esperaríamos en un coche europeo de su precio. Sí, parece el habitáculo de un Focus, pero también el de un M4 se parece al de un Serie 1. Pero… el interior del Mustang Mach 1 al igual que el del GT, se parece al de un Focus de hace dos generaciones.
Plástico duro por todos lados, una pantalla pequeña y en una posición baja, una segunda visera en el lado del pasajero simétrica a la de la instrumentación para que sea más fácil de adaptar el coche a los mercados de conducción por la izquierda, botones enormes, de aquellos que es imposible que te equivoques al manipularlos, instrumentación digital, vale, pero toda la botonería física, como debe ser. Ah, y con freno de mano de los de verdad. No, no hay electrónica, ni pantallazas, ni tecnología a la última en el interior de un Mustang, como debe ser.
El maletero del Ford Mustang Mach 1 no está nada mal con sus 406 litros de capacidad, pero al igual que en la versión GT, la versión Mach 1 sigue teniendo una boca de carga muy estrecha y que no facilita mucho la colocación de equipaje.
Y por lo que respecta a los asientos traseros, son de emergencia. Existen, cierto, pero no son para personas de más de 1,5 metros de altura y tampoco admiten sillitas infantiles, así que hay que tener claro que, aunque podremos llegar a alguien detrás en caso de necesidad, el planteamiento de este coche es el de un biplaza.
Una barbaridad de motor
Llegó la hora de contarte todo sobre el corazón del Ford Mustang Mach 1. Este motor es el mismo bloque motor que en la versión GT, un V8 de 5 litros que rinde 460 CV de potencia, 10 más que en el GT de serie. Este es un motor atmosférico sin el refinamiento de un motor turbo moderno, pero tampoco lo pretende.
Vibra bastante, cierto, pero que sería de la esencia de un V8 sin sus vibraciones y sus ruidos. Hablando de ruidos, ruge de manera descomunal, pese a que, en cierta manera, se ha rendido a la tecnología moderna. El bloque es de aluminio, para que pese menos, igual que la culata, tiene inyección combinada, directa e indirecta y tiene, casi a modo de extraña herejía, cuatro válvulas por cilindro.
Los 10 CV extra de diferencia son lo de menos ya que lo cierto es que no hay una diferencia de rendimiento apreciable con respecto del GT. Hoy las cifras finales de potencia no son más que ajustes de la electrónica, incluso en un bloque V8, así que esos 10 CV más son eso, 10 CV más para decir que esta versión especial tiene 10 CV más.
Pero da igual 450 que 460 CV, porqué el motor es la bomba, con una respuesta increíble desde abajo y, sobre todo, de medio régimen para arriba que hacen que te den ganas de no parar nunca de acelerar..
Esta unidad de pruebas montaba la caja de cambios automática de 10 velocidades que permite respecto a la caja manual acelerar de 0 a 100 km/h en 4,4 en lugar de en 4,8 segundos. Esto se debe principalmente a tres motivos:
El primero, este Ford Mustang Mach-1 automático tiene un modo de aceleración que, en realidad, no es más que un launch control (que el manual no tiene), el segundo motivos es que, al tener diez marchas en lugar de 6, estas tienen tan poco salto entre ellas que la aceleración es casi lineal, con muy poca caída de régimen. Y el tercer y último motivo, porque la caja de diez relaciones es más rápida que la Tremec manual de seis marchas, por muy precisos que seamos en su manejo.
Y eso que esta caja no es un dechado de rapidez y se notan las marchas al entrar. La noción de suavidad no existe en un Mustang. Cuando subes una marcha con la leva, se nota que entra con un “clonc” y, sobre todo, con una reacción al acelerar que confirma que ya está metida.
En modo automático, conviene ir siempre en la posición sport o sport plus al ciruclar en ritmo alegre porque, de lo contrario, mete siempre la marcha más larga y no retiene nada al llegar a una curva. Con los modos deportivos sí, y, además, si llegamos al corte en sport plus, corta, no mete una marcha más. Como debe ser.
¿Cuánto consume el Ford Mustang Mach 1?
Lo cierto es que el consumo homologado no está mal del todo y cae de 12,4 a 11,7 litros a los 100 kilómetros frente a la versión manual porque esas cuatro marchas más del automático permiten girar siempre a un régimen más sosegado a cualquier velocidad. Pero lo cierto es que al propieterio de este coche, el consumo no debería preocuparle mucho.
Primero porque sabemos que es inevitablemente alto y segundo porque el precio del coche hace que, frente a cualquier modelo de la competencia, del Porsche 911 Carrera al BMW M4, por citar solo dos que están en el mismo nivel de potencia, resulte imposible amortizar la diferencia de consumo que pueden ofrecer los deportivos alemanes ya que cuestan casi el doble.
La verdad es que el consumo puede situarse sobre los 15 litros en conducción deportiva, e incluso superar los 20 en según qué circunstancias, pero también lo es que es fácil quedarse en entre 10 y 11 si conducimos en modo normal y entre 8,5 y 9,5 l/100 km si dejamos que el cambio automático arranque solo ronroneos al V8 en una conducción muy sosegada por autovías, pero vamos, no es lo normal. El consumo medio al devolver el coche y tras una semana de pruebas fué de 10,7 l/100 km.
¿Merece la pena el Ford Mustang Mach 1 frente a la versión GT?
La pregunta definitiva es si este Mach-1 vale los 12.500 euros de más que la marca pide por él respecto de un GT normal automática. A ver, 12.500 € para los pluses que lleva me parecen mucho dinero, pero es que partimos de una base muy económica.
El Mustang GT es el coche del mercado que menos pide para cada uno de sus caballos y este Mach-1 los cobra un poco más caros a cambio de unos cuantos retoques para hacerlo más deportivo y de una imagen más exclusiva. Pulsa aquí para acceder al configurador de Ford y configurar el Ford Mustang Mach 1 a tu medida.
Ficha Técnica
Versión probada
Ford Mustang Mach 1 Automático
Cilindrada
Bloque motor
Potencia (CV)
Par motor (Nm)
Masa en vacío
Velocidad máxima
0-100 km/h
Transmisión
5.038 cm³
8 cilindros en V
460 CV
529 Nm
1.670 kg
249 km/h
4,4 segundos
Automática 10 velocidades
Tipo de tracción
Combustible
Capacidad del depósito
Consumo homologado
Capacidad del maletero
Precio sin descuentos
Etiqueta medioambiental
Trasera
Gasolina
61 litros
11,7 l/100 km
408 litros
68.072 €
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