El Mazda MX-30 es un coche eléctrico muy diferente al resto tanto por su filosofía como por su diseño pero... ¿habrá acertado Mazda con este nuevo enfoque?
Mazda siempre ha destacado por tener su propia interpretación de lo que es un coche y lo cierto es que a medida que iba evolucionando el mercado, casi siempre ha dado en el clavo. Acertó cuando se negó a seguir la moda de los motores con baja cilindrada y mucha potencia, acertó con el concepto roadster con el MX-5, y ahora, falta por ver si habrá acertado con el planteamiento del nuevo Mazda MX-30, su primer eléctrico.
Lo cierto es que este es un coche un tanto especial, porque está planteado para ser un coche puramente urbano, pero es un SUV bastante voluminoso, con unas puertas un tanto especiales, y con una autonomía algo escasa que dificulta hacer una escapada cerca de la ciudad. ¿Se habrá arriesgado Mazda con este enfoque?
Para averiguarlo, he probado a fondo las dos versiones que había en el parque de prensa en este momento, una de ellas, la versión 100 aniversario (con detalles peculiares de los que os hablo en el vídeo) y la otra, con el acabado Zenith Modern (el tope de gama) de la que os hablo en este artículo.
Prueba en vídeo del Mazda MX-30 100 aniversario
En vez de limitarse a electrificar el Mazda CX-30, que sería la opción más lógica para hacer su primero coche eléctrico, en Mazda han decidido hacerlo desde cero y por ello, han realizado muchos cambios, entre ellos las llamativas puertas con la apertura como las del mítico Mazda RX-8.
Sin embargo, una de las mayores críticas hacia el MX-30 es su escasa autonomía de tan sólo 200 km cuando sus rivales más directos están por encima de los 350 km y algunos, por encima de los 400 km.
Todo tiene una explicación
Como todo en esta vida, tiene una explicación, y en este caso parece bastante razonable, aunque está llena de incoherencias. La realidad es que hoy por hoy los coches eléctricos no son una alternativa realista para realizar viajes de larga distancia si no se cuenta con una buena infraestructura de carga.
Es por ello, que los coches eléctricos son una solución ideal para el día a día de la inmensa mayoría de conductores, que no realizan más de 100 km diarios. Entonces… ¿Para qué arrastrar unas baterías enormes, pesadas y desperdiciar un recurso tan escaso como el litio absurdamente si en tu día a día no las necesitas?.
Para un uso medio (alguien que trabaja a pocos kilómetros de su casa y que no haga más de 100 km todos los días), con las baterías de sólo 35 kWh de capacidad y los 200 km de autonomía que anuncia Mazda para el MX-30 tiene más que de sobra para el día a día.
He de admitir, que estoy de acuerdo con Mazda. Ahora bien, si realmente queremos ser coherentes, ¿es un SUV el vehículo ideal para el día a día en ciudad?, ¿tiene algún sentido el peso extra que generan las peculiares puertas y los necesarios refuerzos que precisan?. A lo largo de la prueba examinaré a fondo cada una de estas preguntas, para ver hasta qué punto el Mazda MX-30 puede ser o no un acierto.
Una mezcla entre el CX-30 y el RX-8
Salta a la vista que el diseño ha sido uno de los puntos claves a la hora de diseñar el Mazda MX-30, hasta el punto de que se ha decidido sacrificar algunos aspectos prácticos. Sin embargo, tenía que heredar algunos detalles del resto de sus hermanos, y en este caso ha sido la mala ubicación de los intermitentes delanteros que nos recuerdan al Mazda CX-30. Ya podría haber sido otra cosa 😩. Digo esto porque esta ubicación hace que el vehículo precedente no pueda ver nuestras intenciones de giro.
La vista frontal es bastante llamativa y le un otorga un toque propio aunque conserva la personalidad de los modelos de Mazda. En esta parrilla, la gran calandra delantera (tan característica en los Mazda) se ve reducida al mínimo para mejorar la aerodinámica ya que no necesita tanta refrigeración como sus hermanos con motores de combustión.
Mirándolo de lateral, está claro que lo más llamativo está en sus puertas, que abren como en su día lo hacían las del Mazda RX-8, con las traseras a contramarcha y sin pilar central. Cuando las abres te da la sensación de que el acceso al interior va a ser muy cómodo al ver un hueco tan grande, pero por desgracia, no es así 😩.
Las puertas es lo más llamativo
Las puertas delanteras abren en un ángulo de 90º y permiten un acceso a las plazas delanteras bastante cómodo. Otra cosa es posteriormente alcanzar el tirador de la puerta cuando nos sentamos, ya que nos quedará muy lejos al estar tan abierta. Sin embargo, este es el menor de nuestros problemas ya que el problema principal viene al sentarse en las plazas traseras.
Las puertas traseras, además de abrirse, deberían retroceder un poco ya que tal y como abren, nos golpearemos con el culo para poder sentarnos detrás y tendremos que acceder a una banqueta que queda muy retrasada desde una posición muy adelantada.
Para poder acceder con una cierta comodidad, hay que que desplazar los asientos delanteros hacia delante, algo que se hace tirando de un tirador inferior en el asiento del copiloto y con unos pulsadores eléctricos en el respaldo del asiento del conductor. El proceso es muy similar al que se hace en un coupé, obligando a los pasajeros delanteros a bajarse en según que momentos.
La trasera me recuerda en parte al BMW i8 pero también a una cara enfadada por como han resaltado los marcos del pilar C y por como sobresalen los pilotos traseros, que son bastante llamativos y con unas formas redondas en forma de turbina que recuerdan a ciertos modelos de una marca italiana.
El portón trasero carece de apertura eléctrica, ni siquiera en opción, algo lógico en cierta manera en un coche en el que se debe reducir el consumo eléctrico a lo mínimo.
Los acabados y ajustes son de gran calidad, pero las puertas son un elemento más estético que práctico y que, además, han añadido bastantes kilos debido a los refuerzos necesarios en la puerta trasera y en el marco de la carrocería para eliminar el pilar central de la estructura y ponerlo en la puerta. Si no hubiesen puesto este tipo de puertas, el coche pesaría menos, consumiría menos y tendría algo más de autonomía.
Hecho con materiales reciclados y un diseño sencillo
Al igual que en el exterior, en el interior también se ha puesto empeño en que el diseño sea uno de sus puntos fuertes y se ha conseguido, además, con unos materiales que lo hacen bastante acogedor y con mucho mejor aspecto y calidad que en alguno de sus rivales. Pulsa aquí para acceder a la videoprueba y ver el interior en vídeo.
En cuanto al diseño, se ha buscado hacer un interior muy cálido y acogedor, pero sin estridencias. El diseño es elegante y logra esa misión de hacer que nos encontremos cómodos en él, por lo menos los pasajeros delanteros. Sin lugar a dudas la calidad de los materiales y los acabados del Mazda MX-30 está por encima de la media como suele ser norma de la casa y se puede medir sin ningún tipo de complejo con marcas como Audi o BMW.
Los asientos tienen un diseño y una textura muy agradables y son bastante cómodos (tanto los delanteros como los traseros), la postura de conducción es muy buena y el volante tiene un tamaño y tacto perfectos y gracias a la cantidad de reglajes posibles, encontrar la posición ideal de conducción no es para nada difícil. Además, ambos asientos son calefactados.
Además, los mandos principales están bastante bien distribuidos y hay detalles que a mí me han gustado, como los acabados en corcho en la consola central y en los tiradores para cerrar las puertas. Sin embargo, a mi madre no le ha terminado de gustar la textura de este corcho, así que esto es como todo, cuestión de gustos. Pero bueno, hay que mirar el lado bueno y es que al menos es un material natural, cálido y un excelente aislante sonoro y térmico.
Sin embargo, los pasajeros traseros echarán de menos más espacio para las piernas y algo más de luminosidad. Los cristales están muy oscurecidos y no son muy grandes, lo que unido al color negro de los paneles y techo, hace que parezca todavía más pequeño de lo que es y pueda llegar a producirte una sensación de agobio, así que, lo mejor es ir delante 😅.
Y como suele ser mejor en este tipo de coches, mejor viajar 2 detrás que 3 ya que la plaza central es prácticamente para un uso muy ocasional y al ser posible que esté ocupada por una persona menuda.
Uno de los apartados que más me ha gustado del Mazda MX-30 es el aislamiento acústico. En los eléctricos, al no haber sonido del motor, se amplifican otros ruidos como el de la rodadura de los neumáticos o la aerodinámica. Pues bien, te puedo garantizar que el Mazda MX-30 es uno de los coches más silenciosos que he probado con mucha diferencia. Excelente, como diría el Sr. Burns 😝.
Es una pena que en medio de este silencio tan confortable le hayan puesto un sonido artificial en el interior para que ruja como una especie de motor deportivo cuando aceleramos. No sé cual será el motivo por el que lo han puesto, pero todavía entiendo menos que no se pueda desconectar. No tiene sentido alguno, se supone que un coche eléctrico tiene que ser silencioso.
Pero hay un elemento que no me ha gustado para nada y es la climatización. Me dejaron el coche todas las navidades y el climatizador era incapaz de mantener el habitáculo con los cristales desempañados. El parabrisas y la luneta sí, pero las ventanillas seguían empañadas.
En un coche eléctrico la climatización es un apartado crítico y en el Mazda MX-30 ha quedado claro que se queda escaso en la gran mayoría de situaciones. Para arreglar esto, había que poner la ventilación al máximo y ni con esas. Con ello consigues desempañar algo más los cristales a contra de perder bastante autonomía (7-10 km aproximadamente).
El maletero no está nada pero nada mal
En cuanto al maletero, el espacio no sobra pero tampoco está mal y podemos abatir los respaldos traseros para ganar litros si lo necesitamos. La capacidad del maletero del Mazda MX-30 es de 366 litros, 86 litros menos que el CX-30 y una cifra que se asemeja mucho a la de un compacto cualquiera pese a que este coche pertenece al segmento B-SUV.
La boca de carga es bastante ancha y alta lo que permite que cargar objetos voluminosos no sea ningún problema. Además, los asientos traseros se abaten en proporción 60/40. De serie, el Mazda MX-30 viene con el cargador mennekes-mennekes y schuko-mennekes.
Apostar por baterías pequeñas ¿Una decisión acertada?
Como he mencionado al principio del artículo, en Mazda creen que los coches eléctricos de baterías son a día de hoy una alternativa válida sólo para desplazamientos cortos/medios, pero no para largas distancias. Si hacemos caso a esto, es absurdo lastrar un coche con cientos de kilos de baterías para conseguir autonomías de más de 400 km cuando para la mayoría de usuarios el día a día son desplazamientos de poco más de 100.
Es por ello que los japoneses decidieron que en vez de montar baterías de más de 50 kWh de capacidad como hacen casi todos sus rivales, lo ideal para el Mazda MX-30 era montar una batería de 35,5 kWh. Esto limita su autonomía a 200 km homologados, aunque, como te contaré al final del reportaje, es bastante difícil llegar a lograrlos.
Aunque el Mazda MX-30 tenga una de las baterías más pequeñas del mercado (y, por lo tanto, ligeras), la realidad es que es un coche pesado, sobre todo por algunos caprichos como las puertas sin pilar B que necesitan grandes refuerzos en la estructura. En orden de marcha estamos en un coche de 1,8 toneladas, cuando un Mazda CX-30 de dimensiones similares pesa prácticamente 400 kg menos.
¿Cuánto tiempo tarda en cargar?
El Mazda MX-30 tiene un cargador integrado de corriente alterna que admite cargas de hasta 6,6 kW de potencia. Si la batería tiene 35,5 kWh de capacidad, el tiempo de carga es de unas cinco horas y media como mínimo, llegando hasta las 22 horas en el caso de enchufarlo a una toma tipo schuko doméstica.
Si usamos una carga rápida con corriente continua, el Mazda MX-30 admite una potencia de carga de hasta 50 kW, suficientes como para recuperar del 20 al 80% de la batería en una media hora.
Su comportamiento es extraordinario pero se nota el peso
A priori, los 143 CV no parezcan ser muchos para un coche de 1,8 toneladas, pero lo cierto es que se mueve muy muy bien y tiene unas aceleraciones y recuperaciones muy buenas.
La conducción es la que se espera de un auténtico Mazda, que es una marca que sobresale en hacer sentir al conductor que es el auténtico protagonista, ya que es muy agradable y fácil de conducir.
El Mazda MX-30 es un coche que nos quita mucho estrés, sobre todo cuando circulamos por la ciudad. Todo es muy fácil, no hay cosas raras, enseguida te encuentras en él como en tu coche de toda la vida, pero en este caso es mucho más silencioso.
Sin embargo, en ciudad el mayor inconveniente es la visibilidad. Los cristales son pequeños y hacia atrás vemos muy poco y también por los laterales, pero por lo demás es muy sencillo de conducir y confortable, con unas suspensiones suaves.
Aunque gracias al conjunto de cámaras 360 grados, la frenada de emergencia contra objetos (delantera y trasera), los sensores de parking y el resto de asistentes a la conducción, aparcar el Mazda MX-30 va a ser bastante más fácil.
Volviendo al tema, ¡ojo con el peso! porque es considerable y al pasar por los pasos de cebra elevados y bandas reductoras de velocidad, aunque la suspensión es cómoda, le podemos pegar un buen golpe al ir con tanta masa encima si vamos un pelín pasados.
La dirección tiene muy buen tacto, es blanda pero precisa y, como el motor es muy compacto, deja mucho espacio para los pasos de rueda y por ello, el radio de giro es muy bueno, lo que hace que girar en sitios cerrados no sea una pesadilla..
Además, tenemos unas levas tras el volante con las que podemos controlar la potencia de el freno motor y que el coche retenga más. De este modo aumentamos la cantidad de energía que se recupera durante las frenadas y retenciones para recargar más las baterías.
En autopista se mueve con suficiente agilidad y la única limitación es la distancia de nuestro viaje por la escasa autonomía. A 120 km/h sostenidos el consumo eléctrico es de 26 kWh, lo que significa que agotaremos las baterías a este ritmo en apenas 130 km. La velocidad, las aceleraciones y el comportamiento a esa velocidad no son un problema para el Mazda MX-30, que transmite seguridad y aplomo en todo momento.
Esto nos va impedir hacer alguna que otra escapada a la sierra de Madrid sin andar preocupados por donde poder cargarlo. Yo lo intenté y fue una auténtica odisea, casi nos quedamos tirados tras recorrer los 115 primeros kilómetros.
En carreteras secundarias es donde se nota el peso. Cierto que el centro de gravedad está muy bajo y balancea poco pese a la suavidad de las suspensiones, pero las inercias son considerables y claramente no es un coche que pida ir vivo sino viajar tranquilamente y con un mínimo gasto de energía.
En resumen, el Mazda MX-30 es un coche muy fácil y agradable de conducir y en el que uno se siente cómodo y seguro.
El equipamiento no está nada mal para su precio
Con un precio de partida en el entorno a los 34.000 euros (34.875 € sin descuentos del acabado Origin para ser más exactos), el Mazda MX-30 es un coche de capricho, si tenemos en cuenta que no podemos plantearlo como coche único para una familia en la mayoría de los casos, ni por habitabilidad ni por autonomía.
Evidentemente, el equipamiento en un coche de este precio base ha de ser más que completo, y lo es. Dispone de un buen lote de sistemas de seguridad y ADAS (asistentes avanzados a la conducción) de serie como el asistente de mantenimiento en el carril, alerta de colisión con frenado de emergencia, asistente de aparcamiento con cámaras en 360 grados, etc.
Quizás le hubiese puesto un sistema de mantenimiento en el carril algo más eficaz, pero vamos, nada que objetar en el apartado de seguridad. Pulsa aquí para acceder al configurador de Mazda y configurar tu Mazda MX-30 a medida.
También está bien servido en el campo del confort, aunque como decía antes, el climatizador se queda justo en algunas situaciones como la descrita. Como en todos los eléctricos, podemos programar la climatización para que el coche esté a la temperatura de confort cuando lo vayamos a coger y climatizarlo así usando la energía eléctrica de la red, de modo que luego no tengamos que tirar tanto de las baterías.
La conectividad y el infoentretenimiento también son sin lugar a dudas, puntos fuertes del Mazda MX-30 ya que disponemos de Android Auto y Apple Car Play, ambos por cable, navegador integrado, un buen equipo de audio con buena calidad de sonido (Bose), etc.
Sin embargo, aunque no está mal, se queda bastante atrás respecto a muchos de sus rivales, sobre todo porque por ejemplo, Volkswagen tiene un asistente virtual tipo Alexa, Mercedes tiene su asistente, etc. Estos hacen mucho más cómodo el manejo de determinadas funciones, como introducir una búsqueda en el navegador, seleccionar una canción concreta, etc.
Aquí es donde Mazda, y los japoneses en general, se han dejado comer terreno por los alemanes. No porque no tengan la tecnología, es más bien porque ellos no comulgan mucho con estas ideas, y con razón, porque consideran que quitan más atención al conductor.
Es un coche poco eficiente
En un coche de estas características daría por bueno un consumo eléctrico en uso urbano en el entorno de los 14 kWh/100 km, pongamos 15 kWh/100 km para ir algo holgados. Sin embargo, durante casi 15 días de prueba, el consumo medio realizando una conducción normal ha sido de 17 kWh/100 km. Esto significa que la autonomía de 200 km es muy complicada de cumplir incluso en el terreno más favorable para un eléctrico, que es la ciudad.
En carretera, con una conducción tranquila y cruceros entre 70 y 90 km/h el consumo ha sido de 18,5 kWh/100 km, lo que significa que en esas circunstancias la autonomía sería de 191 km.
En autopista a 120 km/h sostenidos, el consumo medido ha sido de 26 kWh/100 km, lo que implica una autonomía de apenas 130 km. Conviene aclarar que, durante todo este tiempo de pruebas, las temperaturas exteriores no superaron los 10 grados, por lo que tenía la calefacción constantemente encendida y por tanto, la autonomía es un poco inferior. Pero para que te hagas una idea, con una temperatura ideal y unas condiciones de tráfico favorables, la autonomía podría aumentar en un 20 % aproximadamente.
Destacable
- Ayudas a la conducción
- Calidad de los materiales
- Diseño
Mejorable
- Capacidad de la batería
- Plazas traseras
- Autonomía