Prueba Peugeot 508 PSE: Deportividad enchufable al estilo francés

Hay coches que desde el día que salen al mercado piden a gritos una versión prestacional, y el Peugeot 508 era uno de ellos. Deportivo, atractivo, amenazante y hasta la llegada del Peugeot 508 PSE no había visto nada similar. Me refiero a un coche capaz de mezclar tan bien la apariencia con la pegada.

De ahora en adelante, PSE serán las siglas que acompañarán a los nuevos GTI electrificados de la marca francesa, pero no te equivoques, la firma de Peugeot Sport sigue estando bien presente. ¡Esta berlina híbrida enchufable del segmento D va como un auténtico tiro!

A día de hoy, todos los fabricantes están repoblando sus gamas con modelos electrificados y el Grupo PSA es uno de los que está poniendo más carne en el asador. Tanto es así que Peugeot ha dado pasaporte a las versiones GTI tal y como las conocíamos hasta ahora y a cambio, ha lanzado una nueva gama deportiva conocida por las siglas PSE (Puegeot Sport Engineered).

El objetivo de esta división deportiva de la marca francesa es hacer coches de corte dinámico pero también eficientes. Su primer retoño ha sido el nuevo Peugeot 508 PSE que a parte de ser una berlina deportiva e híbrida enchufable, goza de 360 CV de pura adrenalina y encima está disponible en carrocería sedán/fastback o familiar/station wagon. Toda una maravilla ¿no crees?.

El Peugeot 508 PSE no tiene rivales directos

Esta es una berlina sin igual y a día de hoy, 19 de septiembre de 2021, el Peugeot 508 PSE no tiene rivales directos, por lo que se podría decir que este coche es pionero en un segmento o nicho de mercado que no tardando mucho irá plagándose de rivales.

El Volvo S60 T6 Recharge con 340 CV podría ser un rival directo, siendo una opción algo más accesible y premium, pero con menos potencia y, por supuesto, con un chasis que no tiene la puesta a punto que tiene el 508 PSE. También podrían ser el Volvo S60 T8 Recharge de 390 CV y con el S60 Polestar de más de 400 CV que, eso sí, implican una inversión mayor.

Por su parte, los Mercedes Clase C 300 e y BMW 330e se quedan bastante por debajo del Peugeot en lo que a rendimiento y sensaciones deportivas se refiere. Y el Mercedes Clase E 300 de/e o el BMW Serie 4 (sin versión híbrida enchufable) superan con creces a igualdad de equipamiento el precio del francés.

En cualquier caso, si hablamos solamente de lo que cuesta el Peugeot 508 PSE tengo que subrayar que este coche no se es para todos los bolsillos, ya que su precio base parte de los 64.200 euros (65.400 euros para el SW.) Y es que disponer de los 360 CV que salen de la suma del 1.6 PureTech 200 y de los dos motores eléctricos extra, merecen un buen esfuerzo económico.

Un diseño puramente deportivo

Estas versiones PSE son simplemente increíbles en términos de diseño gracias a la unión de todos los detalles deportivos con la elegancia de la carrocería. Allá por donde pases con el Peugeot 508 PSE notarás como las cabezas de los transeúntes se giran al verte pasar.

Esta terminación PSE (Superior al acabado GT Pack) se distingue del resto de la gama por algunos detalles exclusivos, como las terminaciones en color Verde Kryptonita que hay en las pinzas de freno delanteras con cuatro pistones, en las entradas de aire del paragolpes frontal y en las tres garras diagonales del propio logo PSE en el capó, en el pilar C y en el maletero.

Los elementos en negro brillante de la parrilla, de los marcos de las ventanillas y de los paragolpes; los espectaculares apéndices aerodinámicos laterales; la doble salida de escape o las llantas de cinco radios y 20 pulgadas con neumáticos Michelin Pilot Sport 4S en medida 245/35 que montan de serie son otros de los rasgos característicos de esta versión.

A todo esto hay que añadir modificaciones no tan visibles cuyo objetivo es hacer un coche mucho más dinámico y estable en conducción deportiva. Por ejemplo, la suspensión, que ahora es más firme, se ha rebajado 4 mm en el eje trasero y hasta 10 mm en el eje delantero, y cuenta de serie con amortiguadores de dureza variable. 

Las vías también son más anchas (+24 mm delante y +12 mm detrás) y la dirección es todavía más precisa. Además, los discos de freno delanteros aumentan su diámetro hasta los 380 mm, lo que hace que podamos detener el coche en menos tiempo y con más estabilidad.

El interior no cambia tanto como el exterior

Si por fuera un 508 Hybrid GT es como la noche y el día en comparación con el Peugeot 508 PSE, en el interior las diferencias son mucho más escasas. Tan solo encontramos nuevos pespuntes en el color verde Kryptonita, el logo PSE en el aro inferior del volante y algunos detalles más en el mencionado color Verde Kryptonita.

Un pedalier de aluminio, unos asientos tapizados en Alcántara que son formidables tanto para viajar como para pasar buenos ratos en circuitos o en carreteras viradas, etc. Por lo demás todo es prácticamente igual a lo que nos encontraríamos en la versión híbrida enchufable convencional.

Personalmente si que he echado en falta alguna moldura de carbono o de imitación a carbono o algún otro elemento que le otorgue un toque más sport. En cualquier caso, es indudable que el interior del Peugeot 508 PSE es exquisito en cuanto a calidades.

Y como no podía ser de otra manera, la perfección no existe o mejor dicho, no es oro todo lo que reluce y por ello he de comentarte que en conducción deportiva no es fácil adaptarse al i-Cockpit. Me explico, este sistema está pensado para llevar el volante abajo del todo y de esa manera tener una sensación de conducción mucho más deportiva, además, de por supuesto, poder ver el cuadro de instrumentos sin problemas.

Sin embargo, para personas altas, el llevar el volante abajo del todo hace que nos demos constantemente con las rodillas y para personas menudas, si lo llevan así, no ven la carretera, así que, el problema no viene por el volante si no por la posición.

Por ello, como he dicho en todas las pruebas del Peugeot 508 GT, del Peugeot 508 SW y del Peugeot 508 Hybrid, lo ideal antes de comprarlo, es probárselo, si como la ropa. Además la guantera del túnel central puede llegar a ser un poco molesta en las curvas más cerradas, pero todo es hacerse a la posición de conducción para empezar a disfrutar de este bólido con 360 CV.

La visibilidad y la ergonomía son buenas, y la insonorización está muy bien lograda de modo que solo escucharemos algo de rumorosidad en las aceleraciones fuertes, pero ni siquiera penetra nada relacionado con la rodadura o la aerodinámica, lo que lo hace un coche ideal para viajar.

Las plazas traseras son igual de válidas que en sus hermanos de combustión

Es increíble lo que puede llegar a hacer un diseño. Tanto en la versión fastback o sedán como en la versión familiar o station wagon, las plazas traseras son muy cómodas y hay más espacio para las cabezas de lo que su diseño deportivo nos quiere hacer ver. 

El espacio para las piernas es más que correcto y la peor nota, como es costumbre, es para la cota de anchura, insuficiente para que tres adultos puedan viajar sin sentirse apretados, pero en fin … cosas de las berlinas. Si vamos a usar las 5 plazas de forma permanente, mejor comprarse otro modelo como el 5008. Pero para que te hagas una idea, con mi metro ochenta de altura, tenía espacio más que suficiente para la cabeza y para las piernas. Lo que me sugiere que personas que midan hasta 1,85 metros aproximadamente irán sin problemas detrás.

Como detalle, las plazas traseras cuentan con dos tomas de ventilación y abajo de esa consola central se encuentran 2 tomas usb-A para que los pasajeros de las plazas traseras puedan cargar sus dispositivos.

Aunque eso sí, en este acabado, con los cristales traseros tan oscurecidos y el techo en negro, la sensación de luminosidad en las plazas traseras disminuye, pero tampoco es una cosa exagerada, aunque, no vendría mal el extra del techo solar para mejorar la luminosidad en el interior del habitáculo.

El maletero no pierde capacidad, pero el depósito sí

Los motores eléctricos del Peugeot 508 PSE toman la energía de una batería de iones de litio de 11,5 kWh que está ubicada por debajo de los asientos traseros. Ni el motor eléctrico posterior ni la batería restan espacio al habitáculo o el maletero, que tiene 487 litros en la carrocería fastback y 530 litros en la familiar.

Ahora, de algún sitio había que quitar espacio para meter la batería y en este caso se lo han quitado al depósito de gasolina, que pasa de tener 62 litros a 43 litros nada más. Desde mi punto de vista este es un depósito algo pequeño para una berlina pensada para devorar kilómetros ya que nos obligará a llenar el depósito durante un viaje cada 500 km más o menos.

Una combinación de motores con un rendimiento intachable

El Peugeot 508 PSE únicamente tiene una opción mecánica disponible. Se trata del sistema híbrido compuesto por un motor 1.6 PureTech turbo de cuatro cilindros y 200 CV y dos motore eléctricos, uno de 110 CV que va acoplado en el tren delantero a la caja de cambios automática e-EAT8 y otro de 113 CV que va ubicado en el tren trasero. De esta manera, se obtiene un 508 de tracción total.

Este sistema de tracción total se nota y se agradece sobre todo en zonas muy reviradas y en curvas muy cerradas, ya que las ruedas traseras terminan de redondear la trayectoria en pleno vértice de una manera muy eficaz y sencilla.

Con el modo Sport activado, la potencia combinada alcanza los 360 CV y el par máximo se queda en unos más que buenos 520 Nm. Circulando en los modos más normales, la cifra máxima es de 330 CV, mientras que en modo 100% eléctrico son cerca de 130 CV los que tiran del conjunto.

A la ecuación se suma una batería de iones de litio de 11,8 kWh de capacidad que homologa 42 km de autonomía en modo cero emisiones, unos 35 km reales en una conducción normal (lo que le vale para lucir la etiqueta CERO emisiones de la DGT) y que se carga por completo en siete, cuatro o dos horas, en función de si usamos una toma de 1,8, 3,2 o 7,4 kW de potencia.

La respuesta mecánica es muy buena en todas las situaciones. Todos los motores se muestran muy reactivos a la pisada del acelerador y la patada que obtenemos, ya sea desde parado o en recuperaciones, es bastante contundente. Tanto que te pega contra el asiento y es complicado separarse de él hasta que no se deja de acelerar.

La única pega que le puedo poner en el apartado mecánico está relacionada con la transmisión, y es que, al no contar con un modo exclusivamente manual, la caja automática e-EAT8 hace lo que le da la real gana, por lo que no podremos jugar con el acelerador para realizar el reparto de pesos con mayor precisión cuando estamos haciendo una conducción deportiva.

Me voy a explicar: el Peugeot 508 PSE tiene levas tras el volante que permiten subir o bajar la marcha, pero enseguida vuelve al modo automático y es que, hay veces que la caja tarda demasiado en realizar lo que le hemos pedido y otras en las que lo hace cuando no queremos que lo haga. En fin, va a su bola.

Un ejemplo, al salir de una curva rápida podemos optar por poner el motor a medio-alto régimen para revolucionar el PureTech al máximo y salir de la curva con alegría, pero en el modo automático nos quita de golpe el par que teníamos en favor de una potencia máxima que va a tardar en llegar.

Precisamente para evitar eso es bueno recurrir a las levas, aunque, insisto, lo ideal es contar con un modo 100 % secuencial en un vehículo deportivo como es este. Eso sí, también he de decir que me ha gustado mucho lo que deja apurar y aprovechar las revoluciones del motor de gasolina en modo Sport.

Un chasis muy bien tocado

Esta he tenido oportunidad de conducir la variante familiar del 508 PSE y tengo que decir que su comportamiento dinámico me ha sorprendido muy gratamente. Es más, hace poco más de un año también probé el 508 fastback hybrid y lógicamente, en conducción deportiva, recuerdo que sus inercias eran pronunciadas. Resulta asombroso cómo con tan pocos cambios puede haber tanta diferencia entre uno y otro.

Este Peugeot 508 PSE SW, a pesar de sus casi dos toneladas de peso (1.950 kg), es un coche muy estable que soporta y aguanta de una manera admirable los balanceos, por no decir que no se mueve ni un ápice y que va pegado al asfalto como una lapa. 

Tanto es así que, se muestra francamente ágil en carreteras tán reviradas (como si jugaras al Asseto Corsa) como la que va desde Navacerrada a Rascafría (en Madrid) a la par que te saca una sonrisa de oreja a oreja mientras lo conduces. Además, me ha parecido casi igual de confortable para la rutina diaria que sus hermanos “normales”, porque sí, este coche no es para nada normal. 

Es verdad que en zonas urbanas con muchos resaltos, badenes o en partes donde el asfalto está más roto es levemente más duro que un 508 estándar, pero no llega a ser para nada incómodo como debería ser un deportivo en esta situación, así que chapó a los ingenieros de Peugeot por lograr ese buen equilibrio nada fácil de conseguir en un coche como este. Es más, hay algunas situaciones en los que parece que flota sobre las irregularidades del terreno y otras (donde hay grava) en las que por el perfil del neumático notas todas las piedrecitas.

Los frenos también son magníficos. Se comportan de una forma exquisita y aguantan bien la tralla que les puede caer en una carretera de puerto. Si que es cierto que me hubiera gustado probarlos durante más tiempo para comprobar su fatiga, pero lo cierto es que la impresión fue tan buena por su labor como por el tacto y el feedback del pedal que no me hizo falta llegar a más. 

Hablando del tacto del pedal, si que es cierto que, es algo más preciso que el de otros híbridos enchufables, pero sigue teniendo ese recorrido tan característico con un primer recorrido donde se usa la frenada regenerativa y un segundo recorrido donde se usan los discos de freno.

En la otra cara de la moneda tenemos la dirección, que aunque sí es precisa y directa, cuenta con una asistencia demasiado elevada para hacer la conducción mucho más relajada y suave, incluso en el modo más deportivo, algo que complica levemente las cosas a la hora de recibir información exacta de lo que pasa sobre el asfalto. Pero no se puede tener todo, o confort o deportividad, pero conseguir las dos cosas en la dirección es sumamente complicado.

¿Cuánto consume?

Cuando agotas la batería, se reserva un trozo de la misma para que el coche pueda funcionar como un híbrido convencional, por tanto, tienes las ventajas de un híbrido y encima con la opción de poder ponerlo a cargar para tener una mayor autonomía en eléctrico.

Así que tras esta breve explicación, he de decir que lo del consumo es muy relativo. Me explico, si cargas el coche todas las noches y haces menos de 35 o 40 km diarios, tu consumo será de 0 l/100 km de gasolina, sin embargo, si haces más, tras agotar la batería y circular en modo híbrido, el consumo medio se puede ir hasta los 7 l/100 km. Lo normal, en función de la orografía y tu manera de conducir es que ronde entre los 5,7 y los 6,8 l/100 km aproximadamente.

En mi caso, tras los 1.500 km, cargándolo todas las noches, y haciendo más de 200 km diarios, el consumo mixto al devolver el coche fue de 3,9 l/100 km, ya que yo aprovechaba cualquier momento (por ejemplo, la compra) para ponerlo a cargar, por tanto hacía kilómetros “gratis“, que esa es otra, muchas veces las recargas en los Centros comerciales no cuestan dinero, y por tanto, eso que te llevas.

Hasta los topes de equipamiento

En materia de seguridad activa cuenta con todos los gadgets de última generación, como el asistente de mantenimiento en el carril, el control de crucero adaptativo, asistente de seguimiento del carril, asistente de luz de carretera, alerta de fatiga, alerta de colisión… no le falta nada al Peugeot 508 PSE.

El asistente de aparcamiento es muy completo y permite que el Peugeot 508 “aparque solo” tanto en batería como en hilera, con un buen funcionamiento y precisión. Me llama la atención que el sistema de visión 360º se ahorre las cámaras de los retrovisores y utilice la cámara trasera y la delantera para ir escaneando la zona en la que estamos maniobrando. 

Personalmente no me parece buena idea. Sí, te ahorras mucho dinero y abaratas al cliente unos retrovisores que, cuando tenga que cambiarlos por un golpe en un aparcamiento, cuestan una pasta si llevan la cámara, pero en ese ahorro eliminas, por ejemplo, la posibilidad de detectar a un peatón o a un perro que se acerque alrededor del coche mientras maniobras.

Puede que a muchos les parezca demasiado dinero por un Peugeot, pero por esta suma tenemos una auténtica berlina deportiva, híbrida enchufable, que no es peor que sus rivales alemanes, si no todo lo contrario, tiene un diseño más atractivo, un mejor comportamiento dinámico y está mejor equipado. 

Incluso se permite el lujo de ofrecer elementos que no están disponibles ni como opción en sus principales contrincantes, como el sistema de visión nocturna, que es increíble, nos permite poder ver mejor obstaculos (animales y peatones) sobre todo en carreteras secundarias sin iluminación.

También en el apartado multimedia está bien dotado. La pantalla táctil es de buenas dimensiones y mucho más rápida que en otros modelos del grupo. Por supuesto, es compatible con Apple Car Play y Android Auto y dispone de varias aplicaciones. El sistema de audio Focus tiene una calidad de sonido elevada.

Por ponerle un pero, echo de menos que estén disponibles los asientos delanteros calefactados y ventilados como en su hermano el Opel Insignia Grand Sport (solo son calefactados). 

Como conclusión, el Peugeot 508 PSE tanto el fastback como el station wagon es una auténtica berlina deportiva capáz de hacerte disfrutar como un canijo en una carretera de curvas o cuando te lo quieres pasar bien y a su vez es capáz de ser un coche de diario para ir a trabajar o a comprar en pan sin dejarte mucho dinero en gasolina (al ir en eléctrico) y encima viajar con él es como ir sentados en una nave espacial flotadora que te lleva a tu destino sin apenas intervención del conductor. Simplemente increíble. ¡Enhorabuena Peugeot por haber lanzado al mercado esta pedazo de berlina! Donde haya coches así que se quiten los SUV.