El Suzuki S-Cross está pasando desapercibido en el mercado y es una lástima, porque es un buen producto y tiene un precio muy razonable para lo que ofrece a cambio.
Suzuki es una marca que aunque no lo parezca por no ser conocida, ofrece productos muy interesantes, como el Suzuki Ignis, un coche único por su tracción integral y su versatilidad en menos de 4 metros de longitud.
Hoy te voy a mostrar unos de esos coches poco frecuentes e interesantes pero que están muy bien resueltos y que tienen buenas calidades a un precio bastante competitivo. Se trata del Suzuki S-Cross.
En esta prueba te contaré todo sobre el acabado tope de la gama, el nuevo Suzuki S-Cross 1.4T MILD HYBRID S3, una de las versiones más interesantes que hay por su precio y que, además, permite tener todo el equipamiento disponible.
Ahora bien, quiero que sepas que hay una versión 4×4 pero salvo que vayas a usarlo para tirar de un remolque o para hacer offroad o para moverte por zonas con precipitaciones fuertes y nieve frecuentes, lo mejor es ahorrarse la tracción total. Pero no lo digo solo por el dinero extra en la factura de compra, si no también porque es más cara de mantener y consume más combustible.
Ahora, en comparación con otros modelos, si lo que estás buscando es un coche de menos de 4,5 metros y que tenga un gran espacio interior, un buen equipamiento y tracción total, ya te adelanto que salvo el Suzuki S-Cross, el resto de los candidatos superan con creces la barrera de los 35.000 € y este ni si quiera llega a esa barrera en su versión tope de gama.
Durante la semana de pruebas y tras hacer con él más de 1.700 km, el Suzuki S-Cross Mild Hybrid me ha dejado muy claro que tiene una buena relación precio/producto, que es práctico, versátil y fácil de conducir, aunque obviamente, no iban a ser todo bondades ¿no? Descubrámoslo.
Diseño: Sin florituras
A nivel estético, el Suzuki S-Cross ha sido sometido a un leve lavado de cara en el que se ha mejorado bastante su aspecto exterior. Ahora bien, te acuerdas que te acabo de mencionar que no todo iban a ser bondades ¿no? Pues bien, fíjate en sus líneas y en sus proporciones.
Estas no han cambiado nada con respecto a la versión anterior y es que, si ya resultaban sobrias hace casi 5 años, imagínate ahora. Con ello se puede decir que pese a su lavado de imagen, el diseño es algo soso y, por muy bueno que sea el coche y, pese a la que está cayendo, el diseño sigue estando por encima de los temas prácticos a la hora de comprar.
En la parte trasera del Suzuki S-Cross de nuevo son las luces lo más llamativo, con unos grandes grupos ópticos que es una lástima que no se vean nada desde el lateral. El portón es amplio y deja un acceso muy cómodo también al maletero.
Para concluir este apartado he de decir 3 cosas: La primera, las llantas de 17 pulgadas con neumáticos 215/45-17 tienen un diseño atractivo, pero a todas luces son excesivas para un coche de este tamaño, peso y prestaciones.
La segunda, los acabados y ajustes son buenos y las puertas abren un buen ángulo, lo que deja un cómodo acceso al interior y, la tercera, es que sin duda es un coche práctico, bien pensado y más servicial que atractivo.
Interior: Práctico y bien aprovechado
El interior del Suzuki S-Cross he de admitir que es más atractivo que el exterior y además, está muy bien aprovechado. El salpicadero tiene un buen diseño y me llama la atención algunos detalles anacrónicos en estos tiempos como el cuadro de instrumentos analógico, pero lo cierto es que se lee mucho mejor que la mayoría de cuadros digitales que hay ahora mismo.
Los pasajeros delanteros van muy cómodos y cuentan con unos asientos que permiten una buena postura y, aunque desde mi punto de vista son algo cortos de banqueta, son bastante confortables. Además, cuentan con calefacción en los asientos delanteros
Las plazas traseras para ser un coche de 4,3 metros, tienen bastante espacio para las piernas y también son confortables, pero el cinturón de la plaza central es muy incómodo, al venir desde el techo anclado al montante trasero izquierdo.
También tiene un buen maletero de 430 litros (muy aprovechables por sus formas tan cúbicas), que se puede ampliar abatiendo los respaldos traseros por partes asimétricas y con espacio para una rueda de repuesto.
Motor: No necesitas más
El corazón que mueve este Suzuki S-Cross es un motor de gasolina de 4 cilindros de 1,4 litros de cubicaje y sobrealimentado que entrega 129 CV y 235 Nm de par y que transmite esa potencia al suelo a través de una caja de cambios manual de 6 marchas y un sistema de tracción delantera.
Aunque tal y como os he dicho al principio del artículo, también hay disponible un sistema de tracción integral asociado a una caja de cambios automática de 6 relaciones del que luego os contare.
Este motor está asistido por un sistema de microhibridación de 48 voltios. Este sistema cambia el alternador tradicional por una máquina eléctrica reversible que puede comportarse como un generador cuando levantamos el pie del acelerador (y aprovechar así la energía cinética al retener). Es como un motor eléctrico de 10 CV que da un empujoncito al motor de gasolina en las fases en las que más consume, es decir, en los arranques y al acelerar.
Esta máquina (que se llama BSG o ISG, que significa básicamente arrancador/generador integrado) produce energía eléctrica y la almacena en una batería adicional de 48 voltios que es la que aporta la energía luego en las fases de arranque y/o aceleración.
En cuanto al sistema de tracción total, el Suzuki S-Cross básicamente es un coche de tracción delantera en el que se acopla el eje trasero cuando el sistema determina que hay pérdidas de tracción en el delantero. El sistema es rápido adaptándose y ahorra bastante consumo al evitar arrastres permanentemente.
En la consola central hay una ruleta que nos permite elegir entre 4 funciones:
- Lock: este modo bloquea el embrague que envía par al eje trasero, como si fuese un diferencial central bloqueable.
- Snow: adapta la respuesta del cambio, el pedal del acelerador y el sistema de tracción para circular sobre superficies deslizantes.
- Sport: busca las máximas prestaciones, modificando la respuesta del cambio, del acelerador y del sistema de control de tracción.
- Auto: se adapta a nuestra forma de conducir y a las condiciones de adherencia.
Comportamiento: Fácil y noble
Una de las cosas que más me ha gustado de este Suzuki es que se siente ligero cuando lo conduces. La dirección tiene buen tacto y se nota que no es un coche pesado. Este le permite tener unas suspensiones suaves y confortables sin que eso repercuta en un excesivo balanceo de la carrocería.
En ciudad es fácil de llevar porque sus dimensiones son compactas, maniobra bien y, además, al ser muy cuadrado, se perciben bien las esquinas de la carrocería y el sistema de 48 voltios hace que los arranques y paradas del start & stop sean más eficientes.
En carreteras secundarias es más ágil de lo que su apariencia nos pueda hacer creer, de nuevo se agradece esa sensación de ligereza. La potencia disponible permite adelantamientos seguros y coronar los puertos con solvencia, aunque vayamos cargados. Las curvas las enlaza bien, sus reacciones son nobles y los frenos tienen buen tacto.
En autopista y autovía permite viajar con desahogo. En curvas rápidas transmite confianza y lo más criticable es la insonorización, que permite pasar mucho ruido de rodadura y aerodinámico.
Fuera del asfalto el sistema de tracción total es eficaz y reacciona rápido. No es un 4×4, pero permite más aventuras de lo que parece, siempre que seamos sensatos y tengamos en cuenta la altura a la que están los faldones, si no queremos arrancar de cuajo el parachoques en una zanja.
En definitiva, es un coche con un buen comportamiento, de reacciones seguras y fácil de conducir.
Equipamiento: Ninguna queja
El S3 es el tope de gama y con la versión de tracción total la broma se nos va hasta casi 35.000 euros. Puede parecer mucho dinero, pero un VW Taigo cuesta lo mismo, no tiene tracción total y no es mejor coche que éste, además de tener mucho menos habitabilidad. Pulsa aquí para ver con más detalle el precio de todas las versiones.
Como ves, no está nada mal su dotación de serie, con un buen número de asistentes avanzados a la conducción (ADAS) como el asistente de mantenimiento en el carril, alerta de colisión con frenado de emergencia, cámaras de visión periférica, control de crucero adaptativo…. No está mal.
En materia de confort tenemos un climatizador automático de doble zona que es una pena que no tenga salidas de aireación independientes para las plazas traseras, techo panorámico, asientos en símil piel y textil con regulación en altura, llave inteligente manos libres, etc.
La conectividad también está en niveles razonables. El sistema multimedia cuenta con Apple Car Play y Android Auto, tomas USB, navegador integrado… no es el sistema más avanzado del mercado, pero cumple y con creces.
Consumo: Bien aprovechado
Los consumos del Suzuki S-Cross no están mal. Es más, se asemejan demasiado a los valores oficiales.
En concreto, los consumos reales del Suzuki S-Cross medidos durante la prueba han sido:
- Ciudad: 6,4 l/100 km
- Carretera: 4,7 l/100 km
- Autopista: 5,5 l/100 km
Con estos consumos y un depósito de gasolina de 47 litros, con el Suzuki S-Cross es muy fácil conseguir autonomías en el orden de los 750 km.
Ficha Técnica
Versión probada
Suzuki S-Cross 1.4T Mild Hybrid S3
Cilindrada
Bloque motor
Potencia (CV)
Par motor (Nm)
Masa en vacío
Velocidad máxima
0-100 km/h
Transmisión
1.373 cm³
4 cilindros en línea
129 CV
235 Nm
1.270 kg
195 km/h
9,5 segundos
Manual 6 velocidades
Tipo de tracción
Combustible
Capacidad del depósito
Capacidad de la batería
Consumo homologado
Capacidad del maletero
Precio sin descuentos
Etiqueta medioambiental
Delantera
Gasolina
47 l
0,38 kWh
5,3 l/100 km
430 litros
30.082 €
ECO
Puntuación del probador
Destacable
- Consumos ajustados
- Comportamiento dinámico
- Ahorro de combustible
Mejorable
- Diseño exterior
- Más opciones mecánicas