Las berlinas son una maravilla para viajar y si te gustan, el Toyota Camry debería de estar entre tus opciones por su precio, su consumo y su habitabilidad.
El primer Toyota Camry salió al mercado en el año 1982 y desde entonces ha ganado innumerables premios y distinciones. Actualmente este modelo se vende en más de 100 países y ha vendido, en total, más de 19 millones de unidades hasta la fecha.
Hoy vengo a hablarte de la última generación, el Toyota Camry híbrido, un modelo que brilla prácticamente en todos los aspectos. Destaca principalmente por su diseño, comodidad, seguridad y tecnología, y ojo, porque todas las mejoras que llegaron el año pasado al modelo americano, también las tenemos en el europeo.
Videoprueba del Toyota Camry híbrido Luxury 220H
El Toyota Camry trata de cubrir las necesidades de los usuarios y empresas que buscan una berlina media en Europa y lo hace con una motorización híbrida como única alternativa. Además, presenta una oferta de dos acabados muy completos que lo convierte, a día de hoy, en una de las berlinas más equilibradas e interesantes que se pueden adquirir en España.
Aún así, es muy probable que nunca llegue a ser un superventas como el RAV4. No lo será por su precio, su tamaño y, sobre todo, por su concepto de berlina tradicional, una tipo de carrocería que por desgracia, hoy en día no está de moda.
El Toyota Camry se conforma con conquistar a unos cientos de clientes que busquen una opción más tradicional y cómoda de viajar sin prescindir de las ventajars de la etiqeuta ambiental ECO. Gracias a ella, se podría decir que el único rival directo que tiene por precio y similitud es el Ford Mondeo híbirdo, menos potente, más barato y con menos espacio.
Un diseño elegante y dinámico
El Toyota Camry se caracteriza por tener una línea de diseño similar al del Lexus ES, una línea elegante y dinámica. En esta nueva generación se ha introducido un nuevo paragolpes delantero, así como rejillas superiores e inferiores que agragan más dinamismo, mejor apariencia y una planta más amplia.
La parrilla está flanqueada por unos faros con tecnología Full LED que tienen un diseño audad gracias a la iluminación diurna y disponen de cambio automático de luces largas a cortas, aunque no muy eficaz. La parte inferior del prontal parece más esculpida gracias a la forma del splitter integrado en la parte inferior del paragolpes.
Pese al afiliado diseño de algunos elementos, las líneas del nuevo Toyota Camry híbrido son realmente fluidas y se desplazan hacia el techo mediante un capó abultado, lo que hace que el aire pase por los faros, las aletas y sea dispersado por los aerodinámicos retrovisores.
Visto desde el lateral, el Toyota Camry transmite el dinámico diseño del frontal hacia la parte trasera a través de un lateral con líneas muy fluidas. La superficie lateral queda libre de adornos y las lunas posteriores están ligeramente tintadas para darle un pequeño toque elegante.
Los enormes y marcados pasos de rueda esconden una llantas de 18 pulgadas en el acabadoLuxury y de 17 pulgadas en el acabado Advance. Están calzadas de serie con neumáticos Dunlop SP Sport Maxx 050 en medidas 235/45 R18 94Y que ofrecen un buen confort y agarre.
Si miramos el Toyota Camry desde detrás podemos ver que tiene un aspecto claro y nítido, con luces LED que envuelven los paneles traseros generando una elegante línea continua desde cualquier ángulo. El paragolpes se mantiene discreto y en el difusor encontramos una salida de escape que, junto al sutil spoiler del maletero, le da un pequeño toque deportivo al conjunto.
Si lo vemos desde arriba, el Camry luce una antena de tipo aleta de tiburón, pero no dispone de techo solar (ni en opción). Hay un total de seis colores para la carrocería, con tonos clásicos y diversos acabados: sólido, perlado y metalizado. En este caso tenemos un Gris Metalizado.
Un interior de calidad y con mucho espacio
El interior del Toyota Camry destaca por dos cosas, su calidad y la habitabilidad interior. Es cierto que se abusa en cierta manera del negro piano (en la zona del climatizador) y que los plásticos abundan, pero también hay muchas superficies en material blando con buen tacto.
En términos generales el nivel de calidad es bastante bueno y la sensación de solidez bastante elevada, como suele ser habitual en Toyota. Por sacarle alguna pega, algunos botones tienen un tacto frío y sobrio. Sin embargo, como ventaja, encontramos dos tapicerías, una en beige y otra en negro, ambas con asientos perforados y molduras con simil a madera en el salpicadero y en la consola central, rodeando al pomo del cambio automático.
Tras un volante de tacto agradable y mullido, con levas y ajuste eléctrico, el Toyota Camry incorpora un cuadro de instrumentos mixto entre lo digital y lo analógico. Al velocímetro y el potenciómetro redondos se une una pantalla central a color de buen tamaño que nos ofrece abundante información. Es sencilla de utilizar y no distrae con adornos innecesarios. Esta es sin duda una de las mejores configuraciones que he visto en una berlina.
Por otro lado, el sistema de infoentretenimiento se ve un poco anticuado en gráficos frente a los modelos de la competencia. En conjunto, el sistema multimedia no está mal y dispone de una pantalla de 9″ (a la altura ideal para no desviar la vista de la carretera) y de un software con una respuesta rápida. Además, incorpora Apple CarPlay y Android Auto.
La consola central dispone de un hueco portaobjetos escondido bajo la carga inalámbrica, una solución práctica para guardar aquello que no queremos que se vea. Le siguen la palanca de cambios, algunos botones (freno de mano, modos de conducción, modo EV…), los posavasos y los controles para los asientos calefactados.
Más atrás hay un reposabrazos fijo que alberga una guantera generosa. Los asientos presentan un cómodo diseño y acolchado, con suficiente agarre lateral y ajustes eléctricos. La posición de conducción idónea es sencilla de encontrar, los cinturones pueden regularse en altura y la ergonomía está muy lograda.
En habitabilidad, el Toyota Camry es una de las bernilas que más espacio tiene en su interior contando con un buen acceso a todas las plazas. En la segunda fila cabe destacar la cantidad de espacio para las piernas, solo superada por el Skoda Superb.
La altura también es destacable para que personas altas viajen cómodamente y sin ningún problema. Sin embargo, la anchura es otro cantar y es algo limitada para que tres adultos de talla ancha viajen cómodos mucho tiempo.
Dos adultos detrás se sentirán como en una berlina de gran lujo tanto por espacio como por la posibilidad de controlar el sistema de sonido o la climatización independiente para esas plazas. Esto es algo poco habitual en berlinas “generalistas” y hay que sumar la posibilidad de reclinar unos grados el respaldo.
El maletero del Toyota Camry tiene un total de 524 litros de capacidad. Podemos ampliar la capacidad abatiendo el respaldo de los asientos traseros. Las formas son regulares y la boca de carga suficientemente amplia, aunque el techo del maletero no está forrado, como suele ser habitual en el 99,99 % de las berlinas.
Una única motorización híbrida autorrecargable
En lo referente a motorizaciones, el Toyota Camry equipa como única opción un sistema híbrido autorrecargable de cuarta generación. Este sistema combina un motor de cuatro cilindros y 2.5 litros de gasolina y ciclo Atkinson de 178 CV (131 kW) a 5.700 rpm y 221 Nm entre las 3.600 y las 5.200 rpm; con un motor eléctrico más ligero, compacto y potente con 120 CV (88 kW) y 202 Nm de par.
Este sistema es el mismo que encontramos en los Lexus ES y RAV4 Hybrid y ofrece una eficiencia térmica del 41%. Tiene un sistema de inyección doble (directa e indirecta) y distribución variable de control hidráulico para las válvulas de escape (VVT-i) y electrónico en las de admisión (VVT-iE). La tensión nominal del sistema híbrido es de 245 V.
La potencia total del conjunto híbrido es de 218 CV (160 kW), lo que le convierte en una de las alternativas más prestacionales y también en una de las más ahorradoras. Sus cifras son suficientes para la gran mayoría de los usuarios, resultando notablemente más ágil que un Mondeo Híbrido e incluso que el Lexus ES, cuyas cifras de rendimiento son levemente peores.
El Toyota Camry acelera de 0 a 100 km/h en 8,3 segundos, tiene una recuperación de 80 a 120 km/h en 5,4 segundos y una velocidad punta de 180 km/h. Al ser híbrido eléctrico, ofrece una respuesta inmediata al acelerador y mantiene velocidades de crucero elevadas en autopista sin esfuerzo, incluso yendo cargados. Quizás el único hándicap es el sonido de la mecánica.
Si bien es cierto que el aislamiento está muy bien trabajado y el sistema híbrido de cuarta generación es más refinado, el sonido del motor es audible en el habitáculo cuando circulamos a alta velocidad y cuando aceleramos con el pie derecho dándolo todo para adelantar o subir pendientes pronunciadas. Pese a ello, no resulta nada molesto y en ciudad va muy suave.
Los consumos merecen una mención especial. Es sin ninguna duda una de las berlinas que menos gasta de todo el mercado. Declara un consumo combinado de 5.5 l/100 km, cifra que no es difícil rondar combinando ciudad, periferia y autopista.
En autovía, el consumo medio durante las pruebas se detuvo en 5,8 l/100 km, mientras que en ciudad me moví en torno a 4,4 l/100 km. La media tras la semana de pruebas fue de 5.3 l/100 km. En carretera convencional lo normal es rondar los 5 l/100 km.
El depósito de combustible tiene una capacidad de 50 litros, por lo que, si practicamos una conducción sosegada, la autonomía es buena (800 km aproximadamente). Como buen híbrido, dispone del codicioso distintivo medioambiental ECO de la DGT. Respecto al cambio, Toyota mantiene la conocida caja CVT de variador continuo. ¿Por qué?
La razón es simple: es una transmisión más eficiente en su conjunto, pero al no tener un cambio de marchas fijas, al pisar enérgicamente el acelerador el motor se revoluciona en exceso para buscar el rángo de giro óptimo y resulta un poco molesto. Tras el volante encontramos unas levas, pero estas no hacen la función de cambio como tal, más bien son una especie de niveles de retención.
En la consola central disponemos de un modo EV (para circular como máximo a 50 o 60 km/h en modo 100 % eléctrico), pero la autonomía apenas supera un par de kilómetros, por lo que su uso es bastante limitado. También podemos encontrar tres modos de conducción a disposición del conductor: Eco, Normal y Sport, aunque las sensaciones sobre el acelerador y la dirección no varían en execeso de un modo a otro.
Un comportamiento noble y seguro en todo momento
El Toyota Camry es un coche concebido para largos viajes por carretera. Una buena prueba de ello es la sensación de solidez que transmite, su aplomo cuando rodamos a velocidad de crucero y su buena insonorización interior, únicamente perturbada por el sonido del motor en aceleraciones intensas y el ruido aerodinámico al elevar la velocidad.
La ciudad también forma parte de su ADN pese a ser una berlina de gran tamaño gracias a que el motor eléctrico es capáz de mover el coche durante el 50 % del tiempo e incluso más según tu forma de conducir.
En la ciudad no es un coche incómodo, ni mucho menos, pero la visibilidad trasera es mejorable y sus dimensiones son generosas, lo que dificulta levemente las maniobras. Aunque eso sí, tenemos cámara trasera y sensores de parking delanteros y traseros.
En el apartado dinámico, los ingenieros de Toyota han logrado un buen compromiso entre confort y agilidad. Gran parte de la culpa la tiene el conjunto de suspensiones (McPherson delantera y paralelogramo deformable detrás) que, si bien no ofrece tanta comodidad como en algunas berlinas alemanas, filtra bien las irregularidades del asfalto por su tarado blando.
Al adentrarte por tramos de curvas, te das cuenta de que el Toyota Camry realiza eficazmente los cambios de apoyo, pero es perceptible que su enfoque es el confort en carretera. Y aunque realiza ágilmente un cambio rápido de trayectoria, es una pena que la dirección se sienta tan poco informativa, en pro de una mayor sensación de confort.
Y es que al fin y al cabo, no es un coche pensado para darle caña por un puerto de montaña, si no para realizar una conducción tranquila y sosegada a velocidades de crucero. En términos generales, prácticamente ningún usuario tendrá pegas en este sentido. Además, resulta un vehículo extremadamente sencillo de conducir, con reacciones nobles y seguras en todo momento.
También me ha parecido cómodísimo el sistema de frenos, no como ocurre en otros híbridos a causa de la frenada regenerativa. El tacto del pedal es bastante natural y fácil de dosificar. Monta discos ventilados de 328 milímetros de diámetro delante y discos macizos de 281 milímetros de diámetro detrás.
En materia de asistencias a la conducción y de seguridad, el Toyota Safety Sense es de serie en los dos acabados y cuenta con elementos mejorados. Incluye el control de crucero adaptativo, lector de señales de tráfico, frenada de emergencia en ciudad con detección de ciclistas y peatones, alerta y freno por invasión del carril contrario, mantenimiento y seguimiento de carril, aviso de tráfico trasero cruzado …
Equipamiento y precio
La gama actual del Toyota Camry dispone de dos acabados Advance y Luxury. En el acabado de acceso encontramos faros LED, Apple CarPlay y Android Auto, llantas de aleación de 17”, sistema multimedia con pantalla de 7”, ordenador de viaje, espejos térmicos, freno de mano eléctrico, cuatro elevalunas y espejos eléctricos, bluetooth, USB…
El Luxury suma climatizador trizona, control de crucero adaptativo, alerta de cambio de carril, llantas de 18”, sistema multimedia de 9”, SmartBeam, lector de señales, navegador, tapizado en piel, asientos eléctricos y calefactables, volante eléctrico, cargador de móvil sin cables, cámara trasera, sensores de aparcamiento (delanteros y traseros), acceso sin llave y purificador de aire, entre otros. Pulsa aquí para configuar el Toyota Camry a tu manera.
El precio recomendado del Toyota Camry Electric Hybrid arranca en los 36.600 euros para el acabado Advance y 41.100 euros en el caso del Luxury (sin descuentos ni ayudas). La única opción disponible es la pintura metalizada, además de algunos accesorios y he de admitir que frente a sus rivales el Camry sale bien parado en todo. ¡Es todo un señor coche!
Ficha Técnica
Versión probada
Toyota Camry Luxury 220H
Cilindrada
Bloque motor
Potencia (CV)
Par motor (Nm)
Masa en vacío
Velocidad máxima
0-100 km/h
Transmisión
2.487 cm³
4 cilíndros
218 CV
221 - 202 Nm
1.670 kg
180 km/h
8,3 segundos
Automática
Tipo de tracción
Combustible
Capacidad del depósito
Capacidad de la batería
Consumo homologado
Capacidad del maletero
Precio sin descuentos
Etiqueta medioambiental
Delantera
Gasolina
50 litros
1,59 kWh
5,5 l/100 km
524 litros
41.100 €
ECO
Destacable
- Sensación de calidad y ajustes
- Motor solvente y eficiente
- Consumos increíbles
- Habitabilidad y espacio de carga
- Relación calidad precio
Mejorable
- Una única mecánica híbrida (falta una PHEV)
- El sistema de infoentretenimiento