Volkswagen ha apostado fuerte por una nueva era de movilidad eléctrica y lo hace con el Volkswagen ID.3, un coche pensado por y para el pueblo.
Volkswagen ha decidido revolucionar el mercado de los vehículos eléctricos de una manera muy sencilla, democratizando el vehículo eléctrico y ¿cómo?, te preguntarás. Fácil, lanzando al mercado un vehículo eléctrico cuyo precio esté por debajo de la barrera psicológica de los 40.000 €. Se trata del Volkswagen ID.3, un coche pensado y diseñado por y para el pueblo.
El Volkswagen ID.3 nació para ser algo así como el Ford-T pero alemán, el coche al alcance de prácticamente todos para movilizar al pueblo. Este es el primer modelo 100 % eléctrico de la marca, pero además, este compacto eléctrico es el primero de una saga de modelos con los que Volkswagen quiere ser líder en ventas de vehículos eléctricos en 2025, un plan bastante ambicioso pero con un futuro bastante posible.
Prueba en vídeo del Volkswagen ID.3 Pro First Edition
Para conseguir ese objetivo, el precio es una de las barreras más importantes y por ello, han buscado la manera de poder producir toda esta gama de modelos con un coste muy contenido, por debajo de los 40.000 €.
Con un precio de partida de 36.000 €, en números redondos y sin ningún tipo de ayuda, sigue sin estar al alcance de todos, pero sí que es cierto que el Volkswagen ID.3 es uno de los eléctricos más baratos del mercado.
Volkswagen ofrece el ID.3 con tres baterías de diferente capacidad. La más pequeña tiene 45 kWh de capacidad y ofrece 330 km de autonomía, la mediana de 58 kWh de capacidad ofrece 420 km de autonomía (la de esta unidad) y la más grande, de 77 kWh ofrece 550 km de autonomía. (Las cifras de las baterías son los kWh útiles y las cifras de autonomía son en ciclo mixto y en homologación WLTP).
Su diseño no deja indiferente a nadie
Cuando se diseña un coche hay dos opciones: ser revolucionarios y hacer diseños claramente diferenciadores, como el Honda e, o hacer coches que sigan pareciéndose a lo ya conocido y que no se distingan demasiado de los coches de combustión, estéticamente hablando.
Es por ello que el Volkswagen ID.3 se queda un poco en tierra de nadie. Este modelo pretende diferenciarse con un aspecto que no se parece al de ningún otro Volkswagen, pero desde mi punto de vista le falta algo de originalidad, aunque eso no implica que no me guste, es más, llama la atención allí por donde va, pero opino que un diseño más revolucionario no le habría quedado nada mal.
Ahora, de lo que no hay ningún tipo de duda es de que se ha puesto mucho empeño en lograr una buena aerodinámica. El frontal es bastante afilado, con un pequeño spoiler negro entre el capó y la luna delantera que ayuda al flujo de aire, las superficies están enrasadas, las llantas son prácticamente cerradas para mejorar la aerodinámica, tiene pocas entradas y salidas de aire, un techo que cae por la parte posterior, un suelo carenado y plano, etc. Todo esto logra que el coeficiente aerodinámico sea de tan solo 0,267.
En cuanto a las calidades y a los ajustes, no hay posibilidad a hacer ningún tipo de crítica. Todo ajusta a la perfección y, aunque se ven bastantes piezas y molduras de plástico para contener el peso, su aspecto es bastante bueno y al menos, durante la semana que he tenido el coche en mi poder, no he escuchado ningún plástico crujir.
Su diseño viene equipado de tecnología
De serie, por esos 36.000 € (redondeados, sin descuentos) del Volkswagen ID.3 Pro, nos encontramos con los faros delanteros de parábola de LED y pilotos traseros en LED sin intermitencias dinámicas.
Sin embargo, hay dos paquetes, Paquete de Diseño y Paquete de Diseño Plus. Estos paquetes cuestan 1.925 € y 2.675 € respectivamente. El primero incluye: Asistente dinámico de luz de carretera Dynamic Light Assist para faros Matrix LED, Faros Matrix LED con conexión automática de la luz de cruce, luces para mal tiempo, función de bienvenida, Grupos ópticos traseros LED con intermitentes dinámicos, Lunas laterales traseras y luneta trasera oscurecidas y la Moldura entre los faros iluminada. El segundo incluye todo lo anterior y un techo panorámico de cristal que le queda muy bien.
Estos faros son increíbles, son adaptativos y hacen que de noche se vea prácticamente como de día, iluminando a ambos laterales, en las curvas y entre los coches con las luces largas sin deslumbrar a ningún conductor. ¡Simplemente increíble! Estas luces no tienen nada que envidiarle a las matriciales de Audi, BMW o Mercedes-Benz y creeme cuando te digo que merece mucho la pena pagar el extra de algunos de estos paquetes simplemente por los Faros IQ.Light. Pulsa aquí para acceder al vídeo y ver como son estas luces.
El interior es minimalista y moderno pero con bastante plástico
Cuando abres las puertas del Volkswagen ID.3, te encuentras con un diseño moderno y bastante minimalista, con unas superficies lisas y sin demasiados mandos buscando la simplicidad para poder dar la sensación de que todo va a ser muy fácil y obvio de manejar.
Ahora, el “inconveniente” viene dado por el uso de plásticos duros a lo largo y ancho del coche y, entrecomillo la palabra inconveniente porque realmente lo es, pero parcialmente y esto se debe a que Volkswagen se ha visto obligado a usar plástico duro para rebajar tanto el peso como el precio del coche. Pero por otro lado el plástico utilizado no es para nada de mala calidad y está todo bien ajustado, sin ningún crujido, así que, en este sentido, cero pegas.
El cuadro de instrumentos es una pantalla independiente situada tras el volante, que se mueve junto a la columna de dirección y que hace de pareja con la otra gran pantalla del sistema multimedia que está ligeramente orientada hacia el conductor.
Esta unidad equipaba el paquete Paquete Interior Style con volante en Electric White (es decir, en blanco) y no solo era el volante en blanco, si no, todo el salpicadero y parte de los asientos. Este paquete hace que el interior del Volkswagen ID.3 sea bastante más bonito que en negro y sobretodo, da la sensación de estar en un coche más amplio de lo que es en realidad.
Los asientos delanteros son bastante cómodos y enseguida encontramos en ellos la postura ideal para conducir. Estos asientos recogen bastante bien el cuerpo y el mullido es el adecuado para hacer largos viajes, circular por la ciudad o incluso darte algún que otra alegría en carreteras viradas. Además, los mandos (por norma general) nos quedan bastante a mano.
En lo referente a los mandos utilizados, estos ya los hemos visto en las últimas generaciones del Golf y en el resto de modelos del grupo VAG, como los mandos táctiles de las luces, los mandos del sistema multimedia y los mandos de los asistentes y el climatizador. Lo único malo de estos mandos es que algunos no están iluminados, como los de subir y bajar la temperatura y el volumen del equipo de sonido.
Las plazas traseras tienen muchísimo espacio para las piernas, pero esto no significa que las personas altas vayan a ir cómodas en ellas. En cuanto superes el metro ochenta y cinco, mejor que vayas delante, ya que, echaras en falta unos centímetros extra de altura en las plazas traseras.
Para el resto de mortales, hay espacio más que suficiente para las rodillas, hombros y cabeza, lo que es asombrante. Es en este punto donde se parece mucho a su hermano de combustión, el Golf. Un coche con dimensiones contenidas pero con un gran espacio interior.
La plaza central puede tener algo más de uso que otra del segmento C al no tener un túnel central de transmisión que impida poner los pies y también por tener un respaldo algo más blando de lo habitual en estas plazas pese a tener un apoyabrazos central.
Las plazas traseras disponen de dos conectores USB-C en la consola central, de huecos en las puertas y de una calidad de las puertas traseras iguales a las de las plazas delanteras. Como detalle he de mencionar que en la versión Pro S, por temas de peso, solamente tendremos disponibles 4 plazas, dos delanteras y dos traseras.
El maletero tiene una capacidad decente
El maletero del Volkswagen ID.3 Pro tiene un volumen de 385 litros, una cifra en la media del segmento. Eso sí, hay un truco para conseguir esa cifra y es que la bandeja está muy arriba. El suelo del maletero está algo más alto de lo habitual y eso es porque han dejado poca distancia entre los asientos traseros y la boca de carga, así que, lo que quitas por un lado, lo pones en otro.
Los respaldos traseros se pueden abatir fácilmente para ampliar el espacio de carga, pero no dejan un suelo plano al hacerlo. En definitiva, el interior del VW ID.3 tiene un diseño atractivo, bastante espacio interior, pero el abuso de plástico para bajar el precio y el peso o detalles como la falta de iluminación en los mandos de la pantalla multimedia y la altura para las plazas traseras bajan un poquito la nota.
Pensado desde cero para ser un coche eléctrico
Volkswagen ha desarrollado una nueva plataforma modular para sus vehículos eléctricos denominada MEB y a diferencia de lo que sucede con el Mii o el Golf eléctricos, que son coches convencionales a los que se les adapta su plataforma original para instalar un sistema eléctrico, el Volkswagen ID.3 se ha concebido para ser eléctrico de forma específica y esto viene bastante bien ya que permite aprovechar al máximo el espacio y las capacidades de esta plataforma.
Esta nueva plataforma abandona la tracción delantera y vuelve a tener el motor y la tracción en el eje posterior. En los eléctricos esto tiene una gran ventaja ya que permite aprovechar mejor el espacio y se mejora la motricidad en las aceleraciones.
Además, los motores eléctricos entregan el par de forma instantánea prácticamente desde su arranque y esto provoca dos cosas cuando son vehículos de tracción delantera: tienden a hacer patinar las ruedas y afectan a la dirección provocando que el volante se gire hacia uno de los lados (Torque Steer).
El motor y la tracción en el eje trasero hacen que estos “problemas” se minimicen y además, el problema de la estabilidad hoy en día depende más del control de estabilidad que de la condición de tracción o propulsión.
Varias capacidades de batería y potencias
Con las baterías tan pesadas montadas en el suelo y entre los ejes y el sistema de gestión energético en el eje delantero, el Volkswagen ID.3 tiene un reparto de pesos muy equilibrado y un centro de gravedad bajo, lo que mejora considerablemente el comportamiento dinámico. Eso sí, es pesado, llegando a las 1,8 toneladas para un coche con el tamaño de un Golf, más o menos. Este no se levanta entre cuatro “bigardos” cuando te quedas encallado en la arena.
Ahora bien, en función del tipo de batería elegido y de la versión, el ID.3 tendrá cuatro niveles de potencia. El modelo básico llega a los 126 CV con la batería de 45 kWh, cifra que sube hasta los 150 CV en la versión Power.
El siguiente peldaño, con la batería de 54 kWh, el motor básico llega a los 145 CV que se pueden subir hasta los 204 CV si elegimos la versión Power y por último, con la batería más grande de todas, 77 kWh, la potencia es de 204 CV, pero en este caso, lo que se busca es, sobre todo, lograr una gran autonomía más que prestaciones.
Sobre el motor
Esta unidad de pruebas es la versión Pro, y cuenta con una batería de 58 kWh útiles de capacidad (62 kWh netos de capacidad) y un motor eléctrico en el eje trasero que desarrolla 145 CV (107 kW) y tiene un par de 310 Nm.
Este motor es más que suficiente para mover con soltura, con mucha soltura, los 1.805 Kg de peso del Volkswagen ID.3 Pro y de conseguir una aceleración desde parado hasta los 100 km/h en 9,5 segundos.
Con estas cifras podemos incorporarnos prácticamente desde cualquier lado en un abrir y cerrar de ojos, circular con bastante alegría en una carretera secundaria e incluso, salir el primero en todos los semáforos prácticamente sin despeinarnos y sin perder un ápice de tracción.
¿Autonomía y carga?
Es en este punto donde Volkswagen se ha puesto las pilas y ha conseguido hacer un coche con una autonomía decente que permite hacer largos viajes saltando de cargador rápido en cargador rápido y encima, con uno de los precios más bajos del mercado. Para que te hagas una idea de lo que aguanta el Volkswagen ID.3 en todas sus versiones:
Con la batería pequeña la autonomía oficial es de 330 km, más que suficiente para los recorridos diarios y para el uso lógico de un coche eléctrico en la actualidad. Si queremos más, con la de 58 kWh llegamos a los 420 km y la de 77 kWh ofrece 550 km de autonomía.
Para cargar las baterías, el Volkswagen ID.3 Pro cuenta con un cargador interno para conectarse a tomas de carga con corriente alterna con una potencia de hasta 11 kW en el caso de disponer de trifásica o 7,4 kW en monofásica. La carga completa de la batería con estos puntos de carga se demora unas 8 horas.
El ID.3 admite cargas directas con corriente continua a una potencia de hasta 125 kW, lo que permite recuperar unos 260 km de autonomía en media hora de carga. Ahora, en puntos de recarga de corriente continua a una potencia de 50 kW (lo normal a día de hoy), podemos cargar del 20 al 80 % en algo más de media hora.
También hay que tener en cuenta que la mayoría de clientes tendrá que instalar un cargador en casa, y los precios varían desde los 399 euros del ID. Charger de 7,2 kW de potencia (11 kW si es trifásico), 599 euros del ID. Charger Connect a los 849 euro del ID. Charger Pro.
Además del coste del punto de carga, hay que tener en cuenta el coste de la instalación varía en función de la distancia entre el punto de carga y la acometida eléctrica de la vivienda. En fín, todo es soltar pasta. Aunque, por norma general este gasto te lo suelen meter las marcas dentro del precio del coche. Así que, revisa la oferta comercial y si no, pregunta a tu comercial.
Su comportamiento es como el de un VW Golf
Que el comportamiento del Volkswagen ID.3 Pro sea como el de un Volkswagen Golf no es para nada malo, todo lo contrario y sobretodo si tenemos en cuenta que la conducción de un coche eléctrico es más que adictiva.
Es montarse en el puesto del piloto, pisar el freno, poner la directa en el selector de cambio (similar al del BMW i3, por cierto) y enseguida te enamoras de la falta de ruido, de la suavidad de marcha y de la respuesta inmediata del acelerador. El hecho de que el motor y la tracción vayan en el tren posterior mejora considerablemente las reacciones del coche y más si tenemos en cuenta todo está filtrado por los controles electrónicos.
Lo que más se agradece en este sentido es que no haya esa incómoda interferencia en la dirección cuando aceleramos a fondo que se nota tanto en los coches eléctricos, el conocido como Torque Steer que ya he explicado antes.
La dirección tiene un buen tacto, es precisa y directa, similar a la del Golf y las suspensiones trabajan bastante bien, con un tarado intermedio que compagina bastante bien la rigidez con el confort. También he de admitir que se nota la rigidez de la carrocería y la ausencia de crujidos. El interior está muy bien insonorizado y en ciudad se conduce muy fácilmente, entre otras cosas porque tiene un diámetro de giro muy ajustado de apenas 10 metros.
Cuando te metes con el en una carretera de curvas, se nota que el centro de gravedad está bastante bajo porque apenas balancea, por no decir, que no balancea, aunque, está claro que pesa más que un Golf (1.805 Kg para ser exactos).
Pese a su peso, este coche es muy divertido de conducir en carreteras viradas gracias a una respuesta inmediata y viva del acelerador, a su suspensión y a la dirección. Esto hace que te vayas animando cada vez más en cada curva y parezca que las enlazas como si estuvieras jugando a la PlayStation.
Una cosa que me ha sorprendido es el tacto del freno, que en el caso de este Volkswagen ID.3 Pro es bastante directo y preciso, algo que es de agradecer, ya que, por norma general en los eléctricos suelen ser esponjosos para notar cuando estás frenando con la frenada regenerativa o con las pastillas de freno.
Hablando de los frenos, el ID.3 trae frenos de tambor en el eje trasero y esto tiene su explicación y es que, al llevar la frenada regenerativa automática y predictiva (frena más a medida que te acercas a un obstáculo, rotonda, etc y adecua la velocidad a la vía en función de las señales de tráfico) no es necesario meter frenos de disco detrás ya que apenas se van a usar.
Solamente se usan estos frenos para detener completamente el coche o para disminuir drásticamente la velocidad. El resto del tiempo, se frenará con la frenada regenerativa y con los discos delanteros (que son los que más trabajo tienen).
Mucho equipamiento de serie y en opción
En materia de ADAS (asistentes avanzados a la conducción), el ID.3 puede equipar las últimas evoluciones de Volkswagen, como el asistente de conducción en atascos, el Travel Assist, el asistente de mantenimiento y centrado en el carril, control de crucero adaptativo, alerta de colisión con frenado de emergencia, sensores de parking delanteros y traseros, cámara trasera etc. Pulsa aquí para acceder al configurador y configurar el Volkswagen ID.3 a tú medida.
En este sentido es destacable comentar que el Volkswagen ID.3 equipa la tecnología Car to X. Gracias a su conexión 5G permanente, el ID.3 se comunica con el resto de vehículos y los alerta de posibles peligros y él recibe información también. Por ahora es un poco como predicar en el desierto, ya que la probabilidad de encontrarse con otro coche con esta tecnología de momento es mínima, pero todo es empezar a crear “la red de informadores”.
En cuanto a la conectividad y a la aplicación móvil, como en todos los eléctricos es un tema fundamental, ya que así podremos gestionar mejor las recargas y organizar nuestras rutas en función de los puntos de recarga en el itinerario. Para ello es vital que el coche y nuestro smartphone estén en constante cooperación para sacar partido de las app de We Connect y We Charge. Estas aplicaciones nos indican información sobre el coche (ubicación, autonomía, proceso de carga, etc) y opciones de carga en cargadores de la red Ionity respecitvamente.
Además de Android Auto y Apple CarPlay (inalámbricos), el equipo multimedia cuenta con su asistente de reconocimiento de voz con inteligencia artificial tipo Alexa. Esta inteligencia artificial emite una luz entre el salpicadero y la luna delantera que sirve para indicar el proceso de carga, las indicaciones del navegador e incluso emite un juego de luces mientras habla contigo simulando una boca humana. Es una pijada, sí, pero es increíble. En definitiva, el ID.3 hace valer su ventaja de recién llegado incorporando los últimos avances en este campo.
Los consumos y la autonomía están bastante ajustados
Junto al comportamiento dinámico, el consumo y la autonomía son las principales bazas fuertes del Volkswagen ID.3. Para que te puedas hacer a la idea, al final de la prueba del Volkswagen ID.3 Pro 62 kWh (brutos) hice 1.645 km con un consumo medio de 14.6 kWh/100 km y más de 40 horas de conducción.
Durante todo esa semana hice recorridos solo en ciudad, ciudad y carretera y solo carretera. Los tres los hice con una conducción suave y otra vez con una conducción normal y los resultados fueron los siguientes:
Autonomía máxima en ciudad con una conducción suave y aprovechando la frenada regenerativa: 450 km y con una conducción normal: 420 km. Autonomía máxima en autovía con conducción suave: 385 km y con conducción normal: 350 km. Autonomía mixta con conducción suave: 370 km y con conducción normal: 325 km.
Los consumos del Volkswagen ID.3 están entre los 13 y 16 kWh/100 km en ciudad en función de la conducción y entre los 18 y 21 kWh/100 km en autovía a 120 km/h con control de crucero y aire acondicionado.
Estas cifras demuestran el buen hacer de la marca alemana y también demuestran que por fin hay en el mercado un vehículo eléctrico “barato” con autonomía suficiente y con consumos contenidos. Por ello se puede decir que Volkswagen lo ha logrado, ha diseñado un coche eléctrico por y para el pueblo a un precio relativamente asequible.
Ficha Técnica
Versión probada
Volkswagen ID.3 Pro
Cilindrada
Bloque motor
Potencia (CV)
Par motor (Nm)
Masa en vacío
Velocidad máxima
0-100 km/h
Transmisión
N/A
N/A
145 CV - 107 kW
310 Nm
1.805 kg
160 km/h
9,5 segundos
Automática 1 V
Tipo de tracción
Combustible
Capacidad de la batería
Consumo combinado
Capacidad del maletero
Precio sin descuentos
Etiqueta medioambiental
Trasera
Electricidad
62 kWh - 58 kWh
15,6 kWh/100 km
385 litros
37.965 €
CERO
Destacable
- Diversión al volante
- Espacio interior
- Tecnología y seguridad
- Diseño exterior e interior
Mejorable
- Abuso de plástico duro
- Demasiado negro piano en la parte posterior exterior.