Sensaciones al volante

Probar los coches como si fueran nuestros.

Renault Megane ST 1.2 TCe 130 CV (NEDC)

Actualmente quedan pocos coches de carrocería familiar, pero son una solución práctica para aquellos que no quieren perder deportividad.

Actualmente quedan pocos coches de carrocería familiar, pero son una solución práctica para aquellos que no quieren perder deportividad.

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Este coche no es un modelo reciente, esta unidad está matriculada en 2018, pero su año de lanzamiento fue en 2016. Aunque las versiones familiares siguen sin gustarle a la mayoría, no cabe duda sobre las ventajas que las convierte en los coches más vendidos en el resto de Europa. 

La unidad que tenemos hoy aquí monta el motor 1.2 TCe de 130 CV (NEDC) que cambia radicalmente del modo Sport al modo Eco, con una caja automática de 7 relaciones. 

Diseño: Un toque moderno y deportivo


Cuando lo vi por primera vez, pensé que era el megane de la generación anterior, porque apenas ha crecido a lo largo con respecto a su predecesor, pero sí es más bajo y más ancho, que para mi gusto le da un toque mucho más deportivo y más musculoso, lo que permite diferenciarle a alta velocidad en carretera.

Por detrás el Megane berlina, no varía demasiado con respecto a su hermano pequeño. Su frontal y la parte trasera son idénticas y es difícil percatarse de que tienen una distinta inclinación de las barras del techo y de la luneta trasera. 

La pintura Beige Duna, le sienta francamente bien y cuando le da el sol de lleno parece un color oro que deslumbrará a más de uno al pasar. 

En la vista lateral es donde más cambios he notado, es un centímetro más alto por las barras de techo, que la verdad que les ha gustado como quedan a todas las personas a las que he preguntado. El ser 20 cm más largo, junto con ser mas bajo y ancho es lo que le hace que mejore su comportamiento.

La moldura cromada que remata en el último cristal latera y la marcada línea en cuña que tiene su cintura contribuyen a dar esa imagen de coche más bajo que va pegado a la carretera. 

 

Estas llantas de 17 pulgadas en color bitono le sientan francamente bien, y además de estética, estos neumáticos Michelin Primacy 3 agarran de una manera excepcional. 

Interior: El gran protagonista

En cuanto me monté, note la diferencia de anchura y de longitud. Es un coche que desde fuera no parece tan grande como en realidad es. Cuenta con asientos mixtos de cuero y tela que no son regulables eléctricamente, solo las lumbares. El volante tiene regulación en altura y profundidad, con bastante ángulo, lo que facilita encontrar una postura cómoda para conducir. Además encontramos en el tacómetro una pantalla digital, la cual se puede personalizar en función del modo de conducción escogido y por la noche no destella, cosa que se agradece. 

Disponemos de numerosos huecos para dejar objetos, detrás de la palanca, con una cortina corredera que nos permite dejar objetos en el interior del vehículo que no queramos que se vean. Además tenemos un hueco bajo el reposabrazos central, que es corredizo y se agradece para encontrar la mejor posición de conducción posible. 

Lo que note es que esos 20 cm se traducen en mucho más espacio para las plazas traseras. En el compacto, a penas tenía sitio para meter los pies (y eso que mido 1,75 m), algo que en esta versión no supone ningún problema. 

Incluso con los respaldos de atras reclinados al máximo, el maletero nos ofrece un volumen de 580 litros de capacidad en su configuración más desfavorable. 

Si por casualidad necesitamos aún más espacio, podemos abatir los asientos desde los tiradores laterales ubicados en el maletero y obtendremos una capacidad de 1.700 litros aproximadamente

Una cosa curiosa que me pasó es que tuve que llevar un objeto muy largo, en concreto una estantería ya montada y mi sorpresa es que podía abatir el asiento del copiloto para obtener aún más espacio.  

Los ajustes son correctos y las calidades de los materiales están dentro de la media de esta categoría. La unidad que he probado llevaba el acabado Bose y la tapicería de paño de los asientos es algo calurosa, y eso que ya estamos en otoño y las temperaturas han bajado, pero su mullido es algo blando y “te abraza muy cariñosamente”, lo cual acaba dando más calor todavía. Además como el nombre del equipamiento indica equipa altavoces de la marca Bose que suenan de cine para el habitáculo tan grande que tiene este coche.

Motor: Este motor ya no se fabrica

Esta unidad monta el motor 1.2 TCe de 130 CV (NEDC) con una caja automática de doble embrague EDC de 7 relaciones, el cual ya no está disponible. Si has leído bien, este motor pertenece al antiguo ciclo de homologación (NEDC) y por tanto ya no se vende.

¿Entonces qué motores se venden ahora? Se venden en gasolina potencias de 100 CV, 115 CV, 140 CV y 160 CV y en diesel potencias de 95 CV y 115 CV. Todos con cambio manual de 6 relaciones. Por el momento no hay motores con cambio automático

La verdad es que este motor cambia radicalmente, parece un coche suave y familiar en el modo eco y un coche radical y deportivo con el modo sport. Con el modo eco, el coche cambia enseguida, antes de las 2.500 rpm, sin embargo con el modo sport conectado en cuanto le das un leve toque al acelerador, este se olvida del consumo y empieza a acelerar como si de un deportivo se tratara, teniendo su entrega máxima de potencia entre las 2.000 y las 4.5oo rpm. Este modo viene muy bien si se quiere disfrutar de la conducción o por ejemplo, para salir de un stop en una incorporación a una autovía. 

Comportamiento: Noble y cómodo con un toque de deportivo

Tal vez lo más destacable del nuevo Mégane Sport Tourer es la posibilidad de contar con el formidable sistema 4Control de dirección en las 4 ruedas, único en su categoría. No he tenido oportunidad de probarlo en este modelo, pero me han comentado que es extraordinario. Tengo ganas de probarlo.

Al ser más corto y con menos batalla que el Espace o el Talismán, en el Mégane Sport Tourer se ha limitado más el ángulo de giro de las ruedas traseras. Las versiones Bose cuentan con un botón en su sistema Multisense (disponible en otros acabados como el GT, que permite modificar la respuesta del acelerador, el cambio automático, la iluminación interior…). Con él, además de activar el modo Sport del Multisense, varía la dirección del coche. Es decir, a igual ángulo de giro de volante, el Megane gira más sus ruedas. Es maravilloso, como cambia la el tacto de la dirección y hace que las sensaciones al volante de este Megane Sport Tourer, sean mucho más deportivas que en algunos de sus rivales, hasta tal punto de que te hace sentir la carretera, cada giro, cada bache… 

En el caso de la unidad probada, con el acabado Bose, la palabra que mejor define nuestras sensaciones al volante a bordo de este Renault Megane Sport Tourer es equilibrio. Tiene cierta tendencia hacia el confort, pero no deja de ser eficaz. En autovía, el mayor tamaño del coche le proporciona algo más de aplomo a la hora de pasar por badenes y en curva rápida, principalmente por su mayor distancia entre ejes. En zonas viradas no se aprecia una excesiva pérdida de agilidad y sigue siendo más estable en los cambios de rasante y badenes.

En ciudad se pierde algo de visibilidad al estar muy alejada la luneta trasera y ser algo pequeña. Esto se nota a la hora de aparcar, o en situaciones donde tienes que estar mirando constantemente la luneta trasera por si te dan como en un atasco. La mayor longitud se nota a la hora de aparcar y es que, con 4,6 metros de largo, que al menos en Madrid es imposible.

El cambio automático se muestra definitivo a la hora de movernos por ciudad, con un uso muy sencillo y un aumento del confort al no tener que estar pendiente de las marchas, que en pleno atasco, pasan a ser un verdadero engorro. Pena que las nuevas motorizaciones por el momento no traigan una caja de cambios automática. 

Equipamiento: A la altura de sus rivales

La gama del Megane Sport sigue ofreciéndose en los acabados ya conocidos (Life, Intens, Zen y Bose) que se completan con las versiones GT Line y Mégane GT, con un enfoque más deportivo.

Hay que diferenciar las versiones GT Line y GT. Lo primero, son un nivel de acabado, por encima del Bose, en el que se busca resaltar el aspecto “sport” del coche. El diseño exterior es algo más agresivo, el color azul es exclusivo de esta versión, con llantas, detalles interiores en color azul… pero las mecánicas, frenos y suspensiones son las mismas que en el resto de la gama. Cosa que no agradará a más de uno.

Aunque este sea un coche del 2016, está a la última tecnológicamente hablando y cuenta con lo último en sistemas de asistencia a la conducción (alerta de cambio involuntario de carril, sin interferir en la dirección, solo un aviso acústico; frenada de emergencia; sensores de aparcamiento alrededor de todo el coche; asistencia al aparcamiento, interviniendo solo la dirección, tú controlas los pedales; alerta de ángulo muerto; cámara de visión trasera, el Head Up Display, que en este caso está proyectado sobre un cristal que se esconde en el salpicadero, que hace que no tengamos que desviar la vista de la carretera para consultar la velocidad y el control de crucero adaptativo, muy útil para descansar en largos viajes, a partir de 40 km/h  para abajo se desconecta).

Por último, el elemento que más me ha gustado, ha sido los faros con tecnología LED PURE VISIÓN junto con el asistente de luces largas, el cual desconecta las luces largas si viene algún vehículo de frente, lo que hace que nos tengamos que despreocupar de ir poniendo y quitando las largas. Es como si por la noche, fuera de día, iluminan extremadamente bien y no deslumbran al vehículo de delante. 

Consumo: Exagerado y ajustado al mismo tiempo

Como era habitual, los consumos homologados en el anterior ciclo NEDC, no eran para nada reales. Con este coche en pleno atasco en Madrid, el consumo que me hacía era de 8 l/100 km, un consumo exagerado para mi gusto. Cuando se pasaba a carretera, la cosa cambiaba notablemente. El consumo más alto obtenido en carretera, era de 6,5 l/100 km en el modo Comfort y en el modo Eco, bajaba el consumo hasta los 6 l/100 km, lo que demuestra la eficacia del sistema Multisense. 

Cuando me tocó devolver las llaves, había conseguido un consumo mixto de 7 l/100 km, un consumo más que ajustado para este tipo de coche. Con un solo depósito en autopista, he llegado a recorrer 850 km.

Este vehículo cuenta con la etiqueta de la DGT C, la cual en Madrid, nos permite obtener un 10% de descuento a la hora de aparcar dentro del área metropolitana.

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Diseño
7
Motor
6
Comportamiento
7
Interior
6
Equipamiento
7
Consumo
7

Destacable

  • Diseño moderno
  • Versatilidad
  • Gama racional

Mejorable

  • Tapicería muy calurosa
  • Depreciación mayor que la berlina
  • Visibilidad hacia atrás