El Renault Talisman es una berlina capaz de ser rápida, de transmitir una sensación muy deportiva y un confort de marcha inigualable gracias al sistema 4CONTROL.
El Renault Talisman es la berlina de lujo de la firma francesa. Las berlinas pasan por un mal momento en lo referente a ventas debido al auge de los SUV, sin embargo, siguen siendo vehículos cómodos, rápidos y amplios.
Decidí solicitar al departamento de prensa de Renault, el Renault Talisman con dos motores distintos para poder demostrar que aún siguen teniendo su mercado.
Las configuraciones que he escogido para realizar la prueba son: En gasolina, el motor 1.8 TCe de 225 CV asociado a la caja automática de doble embrague de 7 relaciones con el acabado Initiale Paris, y en diésel, el motor 1.8 Blue dCi de 150 CV asociado a una caja manual de 6 relaciones.
Nada más verlo pensé “¡Que largo!, que complicado va a ser moverse por ciudad”. Pero gracias a su sistema 4Control (del que os hablaré más adelante), en cuanto salí de la plaza de parking donde el departamento de prensa lo había aparcado, me di cuenta de que mi prejuicio había sido en vano. ¡Vaya lo que gira este coche!, dije.
Un gran coche con aspecto elegante
En el momento en el cual me entregaron las llaves de ambos coches, solo podía pensar en conducirlos, pero… me resistí a ello. En su lugar, me dispuse a mirar ambos coches detenidamente, y llegué a la conclusión de que me daba una sensación de ser un coche sólido y de estar bien construido. Esta sospecha se confirmó en cuanto cerré la puerta del conductor, sonaba a “puerta maciza y bien construida”.
Para aquellos que no lo sepan el Renault Talisman es el sucesor del Renault Laguna, un coche que por diseño no terminó de convencer. Los diseñadores de Renault pensaron que basar su diseño, en concreto el frontal, en el Renault Megane era buena idea, y no están nada equivocados.
Este nuevo diseño ha sido ha caído bien entre el público y no cabe duda de que, el buque insignia de la marca francesa logra dar esa imagen de “gran coche” desde el primer vistazo.
El frontal a mi gusto personal resulta espectacular. Esto se debe gracias a las enormes luces diurnas en forma de C que siguen el contorno exterior del coche, dándole a este la sensación de ser un coche más deportivo por parecer más ancho y dar la sensación de ir más pegado al suelo .
Sin embargo, como curiosidad, Renault ha optado por no atenuar la luz diurna cuando encendemos el intermitente, por lo que cuando encendemos el intermitente, estos apenas se notan al ir pegados a la luz diurna.
Hay que tener una cosa muy en cuenta y es que mide 4,9 metros de largo, sin embargo, es un diseño que para nada se hace pesado. Mirando detenidamente el coche, tiene un cierto parecido al Audi A6 si nos fijamos en la forma de los cristales y de la caída del techo. Esta caída del techo no impide a la berlina francesa ofrecer una buen acceso y una buena altura libre en las plazas traseras.
En la parte trasera, la marca francesa ha pensado que poner unos grupos ópticos similares a los del Renault Megane con tecnología en LED era buena idea, y creo que han acertado, son grandes, lo que nos hace muy visibles. A lo largo de estos últimos años, estos faros se han convertido en una seña de identidad de los Renault.
Encontramos en el paragolpes inferior, bajo los reflectores traseros, dos falsas salidas de escape, las verdaderas (si, tiene dos), están situadas bajo la falsa salida del lateral izquierdo.
En el interior predomina la comodidad por encima de todo
A lo largo de este año (en realidad un año y 2 meses) me he subido y he probado muchos coches distintos, desde vehículos urbanos hasta Pick-ups, lo que conlleva haber tocado y sentido muchos interiores.
Gracias a que el departamento de prensa me dejó dos versiones con distintos acabados (Initiale Paris y Zen) pude comparar las diferencias entre uno y otro, y la verdad, que aparte de la “madera”, y de la situación de algunos elementos y mandos como la toma usb para el (Apple CarPlay y el Android Auto) Todo está en el mismo sitio.
El acabado Initiale Paris incluye diversos emblemas que recuerdan que estamos ante la versión tope de gama, como en los pasos de rueda, en la parte baja del volante, en la parte trasera de los reposacabezas delanteros y bajo el emblema de Renault del paragolpes delantero.
La calidad se percibe allí donde miras
En el título está la clave, una vez que me dispuse a tocar todo, me di cuenta de que el diseño del salpicadero, paneles de puerta, consola central y asientos es muy elegante y el Talisman resulta un coche muy acogedor que ofrece una sensación inicial de calidad sobresaliente.
Sin embargo, Renault ha tomado otra decisión que para mi gusto es acertada, y es la de aumentar la calidad en las zonas visibles y tangibles y disminuirla en las zonas menos visibles para conseguir rebajar el precio de venta. Un ejemplo claro es el contraste entre el salpicadero con imitación a cuero y la parte baja de la consola central de plástico rígido.
En este sentido la marca francesa ha sido menos “audaz” que sus rivales alemanes, que suelen emplear este tipo de materiales de peor aspecto en zonas menos visibles, pero se esfuerzan en aquello que vemos y tocamos con más frecuencia, logrando una mejor calidad aparente aunque en el fondo también escatimen.
Los asientos son una obra maestra
Si hay algo en lo que me tenga que quitar el sombrero ante los ingenieros de Renault, son los asientos. Estos ofrecen un confort inimaginable (en cuanto los pruebas un rato, ya no quieres bajarte de ellos). Estos asientos son de cuero y llevar tanto calefacción como ventilación, ideal para los meses de invierno y de verano.
Además, estos formidables asientos equipan la función de masaje, que para mi gusto, se la podían ahorrar, porque no me resulta cómoda, ni me relaja ni me reduce la fatiga al volante. Para mi gusto esta función es algo prescindible.
El puesto de conducción es bueno y los mandos principales están bien colocados, pero no entiendo la costumbre de Renault de esconder otros botones como el que activa el control de crucero y el limitador de velocidad (junto a la tecla del freno de mano eléctrico), el que activa la calefacción el volante (a la izquierda de la columna de dirección)… despistan y hacen que tengamos que apartar la vista de la carretera para encontrarlos.
Si el diseño general del habitáculo es acogedor, la iluminación ambiental (que puede cambiar de tonalidad a nuestro antojo gracias al sistema Multi Sense) pone la guinda y hace que viajar por la noche resulte mucho más placentero para los pasajeros.
El cuadro de instrumentos mezcla elementos analógicos, como la temperatura del motor o la cantidad de gasolina restante, con una gran pantalla central que podemos personalizar a nuestro gusto en función de la información que queramos ver y el modo de conducción.
Ambas unidades cuentan con Head-up display, pero en el caso del Initiale Paris es de serie. Este acabado incluye algún detalle de diseño extra que redondea aún más la buena impresión que causa el habitáculo.
Siguiendo con esta tónica de dualidades, la pantalla de sistema de infoentretenimiento me gusta mucho por su colocación en vertical, su posición, su legibilidad y su tamaño, pero a ratos su funcionamiento táctil es demasiado impreciso e incluso errático, algo imperdonable en los tiempos que corren.
Esto es especialmente crítico en el caso de la climatización, cuyo manejo además no es intuitivo. Es una pena, porque el resto del habitáculo me gusta por su ergonomía, la distribución de los mandos o el hecho de que cuente con la botonería justa y necesaria en el volante.
Con los asientos delanteros situados para mi altura (1,80 metros), en las plazas traseras sobra espacio, tanto para la cabeza como para las piernas. Esto unido al gran nivel de confort provocado por la buena absorción de las suspensiones, la gran insonorización del habitáculo y los detalles interiores, hace que los pasajeros lleguen al final del trayecto y digan: “¿Ya ha terminado el viaje?, ni me he enterado.”
Para resumir, Renault ha aprovechado a fondo sus dimensiones, y ya sea delante o detrás, la vida a bordo del Renault Talisman es sumamente agradable, con altura de sobra para adultos de gran estatura y un espacio para las piernas muy notable.
El maletero cuenta con una capacidad inmensa, 515 litros, a los que hay que sumar otros 93 bajo el suelo, para un total de 608 litros.
En mi opinión, es una pena que haya perdido la quinta puerta. Cierto que reduce algo la rigidez de la estructura del coche y que provoca más ruidos en el habitáculo, pero la versatilidad que aporta el poder meter bultos grandes en un maletero amplio es definitiva. Además, el tercer volumen del Talisman es muy recortado y casi parece un 5 puertas.
El maletero tiene unas buenas dimensiones y sus formas son muy utilizables, pero la boca de carga es pequeña y faltan elementos a los que poder fijar los bultos que llevamos en él para que no se muevan demasiado. Los respaldos traseros son abatibles pero no dejan un suelo completamente plano y, al tener una boca de carga pequeña, tampoco solucionan demasiado las necesidades de espacio extra. Bajo el piso encontramos una rueda de repuesto de emergencia.
Motores con mucha alegría
Renault me ha dado la oportunidad de poder probar dos de sus motores estrella, para empezar, os voy a hablar del motor de gasolina, el motor 1.8 TCe de 225 CV asociado a la caja automática de doble embrague de 7 relaciones.
En el momento en el que recogí el coche con el motor de gasolina, crucé los dedos para que todo lo que había visto en el exterior y en el interior se reflejara en el motor. Pulsé el botón de arranque y de repente se arrancó la bestia.
Este motor, en un coche de su categoría, apenas se filtra ruido en su interior, pero lo poco que percibí era muy armónico. La mayor parte de la prueba la realicé en el modo “Neutral” que es el modo en el que arranca el coche por defecto y he de decir que es el modo que mejor le sienta. La entrega de potencia es inmediata, la suavidad, soberbia, el sonido, y todo ello mejora con la exigencia.
¿Cómo se percibe el motor?
Pero más allá de los fríos datos está cómo se percibe este nuevo motor en este coche. Este motor está lleno de fuerza (no parece que tenga 225 CV, parece que tiene muchos más), tiene un tacto exquisito y una respuesta rápida y oportuna. Esta respuesta se incrementa aún más en el modo “Perso“, el tacto del acelerador se vuelve muy sensible y el cambio automático de doble embrague se muestra rápido y eficaz en cualquier circunstancia, lo que le vuelve una berlina muy rápida, deportiva, emocionante y confortable.
El consumo medio (mixto) que logré con este motor durante el tiempo que Renault me prestó el coche fue de 7,4 l/100 km en el modo “Neutral”. Sin embargo en el modo “ECO”, llegué a conseguir 6,7 l/100 km.
¿Qué tal va el motor diésel?
Llegó la hora de opinar sobre el motor diésel, en esta ocasión Renault me cedió una unidad con el motor 1.8 Blue dCi de 150 CV asociado a una caja manual de 6 relaciones. En lo referente a la potencia, no es que el motor diésel no responda más que de sobra, todo lo contrario, pero hay aspectos en los que los motores de gasolina siguen dándole mil vueltas a los motores diésel.
Por norma general los diésel suelen gobernar en lo referente a las cifras de consumos, y mucho más cuando se trata de vehículos de gran tamaño. Durante la prueba, el gasolina hizo un consumo medio de 7,4 l/100 km mientras que el diésel hizo un consumo medio de 5,5 l/100 km en consumo mixto. ¿No está mal verdad?
En el modo Perso o Sport, ambos motores tiran de esta bestia de 5 metros como si nada, pero… personalmente yo me quedaría con el motor gasolina y el cambio automático de doble embrague por su eficacia, rapidez y su comodidad, aunque consuma algo más, merece bastante la pena.
El sistema 4Control es el rey
Junto con su diseño, en el apartado dinámico es donde más destaca este Renault Talisman. Es un coche confortable para viajar, rápido y seguro. Es de las mejores berlinas que hay en su categoría.
Gran parte de este mérito lo tiene el sistema de dirección total a las 4 ruedas 4CONTROL, un extra que cuesta 1.189 € y que en el acabado Initiale Paris viene de serie. Es un extra que recomiendo sin la menor duda. No concibo este coche sin este extra.
En la ciudad, el buen aislamiento acústico tanto a nivel sonoro como de vibraciones, hace que estar en un atasco, no acabe siendo un suplicio lleno de ruidos y de vibraciones. Los pasos de cebra elevados, resaltos, etc, los pasa con total suavidad.
Ahora viene la estrella, el sistema 4CONTROL, este sistema permite un radio de giro mínimo, lo que facilita enormemente las maniobras de aparcamiento y que podamos movernos entre las columnas de un parking a pesar del gran tamaño del modelo francés.
Aunque en la urbe se mueve con mucha soltura, el verdadero ser de estos modelos son las autopistas. En estas vías rápidas, es un coche con una sensación de rodadura de calidad, es impresionante la agilidad y estabilidad que aporta el hecho de que el coche se desplace lateralmente en los cambios de carril al girar las ruedas traseras en paralelo a las ruedas delanteras a alta velocidad. Esto reduce muchísimo el balanceo, llegando a ser prácticamente nulo y hace que su comportamiento sea muy neutro.
En carreteras reviradas no tiene subviraje (parece una tabla pegada al suelo)
Si nos da el venazo y queremos meter en coche en una carretera revirada y con curvas lentas para disfrutarlo, no tendríamos que temer porque sea un coche grande. El sistema 4CONTROL gira las ruedas traseras en sentido opuesto a las delanteras .
Esto hace que el eje trasero nos ayude a tomar las curvas más cerradas, desapareciendo por completo cualquier tipo de subviraje. Todo ello sin necesidad de montar unas suspensiones radicales y de reacciones secas, demostrando un confort formidable y una agilidad y eficacia sorprendentes en este tipo de carreteras.
Os dejo un ejemplo del sistema 4CONTROL
Si lo que estáis buscando es una berlina discreta a la par que elegante, rápida y que transmita unas sensaciones de auténtico deportivo, el coche que estáis buscando es el Renault Talisman con el motor de gasolina 1.8 de 225 CV asociado a la caja automática de doble embrague.
Sin embargo, si buscas una berlina funcional, amplia, cómoda y familiar y le vayas a hacer muchos kilómetros, sin pensarlo, escogería el motor diésel de 150 CV, pero eso sí, con el cambio automático, no el manual.
En definitiva, el Renault Talisman sobresale claramente por encima de la media en este apartado, con un comportamiento muy seguro y un confort absoluto.
El equipamiento es muy completo
Al tener la oportunidad de probar los dos acabados, obviamente me quedo con el acabado tope de gama Initiale Paris, sobre todo por los acabados de madera, el tapizado de los asientos y algunas de las terminaciones interiores.
El acabado Zen es el inmediato anterior al Initiale Paris y es el que equipa la versión diésel. Por ello de lo que os voy a hablar va a ser de las cosas que los dos acabados tienen en común.
No me ha gustado el funcionamiento del control de crucero adaptativo. Además de no funcionar por encima de 140 km/h, se apaga en cuanto pisas el embrague para cambiar de marcha. Esto es algo que les pasa a todos los controles de crucero normales, pero en el resto de rivales, cuando equipan control de crucero adaptativo te dejan cambiar de marcha sin desconectarse la velocidad memorizada, salvo que pisemos durante más de 4 segundos el embrague o al acariciar el freno.
Esto hace que si vamos a 120 km/h y el control de crucero baja a 80 km/h porque hay un vehículo delante a esa velocidad, en cuanto bajemos de marcha para evitar tirones, el control de crucero se desactiva. También se desconecta al bajar de 40 km/h.
Sus rivales son capaces incluso de llegar a detener el coche si el que nos precede va perdiendo velocidad hasta pararse, por ejemplo, ante un atasco repentino en la autopista. En este sentido el control de crucero adaptativo del Renault Talisman tiene peores prestaciones que la mayoría de sus rivales.
Es increible como al acabado tope de gama (Initiale Paris) hay que sumarle los 324 € del aviso de ángulos muertos, el volante calefactable 162 €, el techo practicable 1.189 € y el sistema de ayuda al aparcamiento delantera, trasera y lateral + cámara de visión trasera + Easy park assist 540€. Estos extras a mi gusto, deberían de ser de serie en el acabado tope de gama.
Con todo ello, el precio final del Initiale Paris con el motor de gasolina de 225 CV asciende hasta los 46.200 € sin descuentos, que pueden llegar a ser 40.494 €. Pulsa aquí para para ver los detalles del Initiale Paris con el motor de gasolina de 225 CV.
Sin embargo, en el acabado Zen hay que añadir algunos extras al precio de tarifa, como el Pack Technology, que incluye Ayuda al aparcamiento delantera y trasera + cámara de visión trasera, aviso de ángulos muertos y Head-up display con un sobrecoste de 950 €.
Con todo esto, el precio final del acabado Zen con el motor diésel de 150 cv con caja manual de 6 relaciones asciende hasta los 35.000 € sin descuentos, que pueden llegar a ser 30.249 €. Pulsa aquí para ver los detalles del acabado Zen con el motor diésel de 150 CV.
Destacable
- Bajos consumos para el motor diésel
- Gran cambio automático de doble embrague
- Diseño discreto
- Sistema 4CONTROL
- Confort de marcha
Mejorable
- Consumo alto del motor de gasolina en ciudad
- Boca del maletero
Buen y extenso reportaje…