Durante una semana he tenido la ocasión de probar un Nissan Leaf con la batería de 40 KWh y de poder hacer con él 1.175 km
Recogí un Nissan Leaf el lunes 29 de abril de 2019 y me dispuse a comprobar lo que tienen que vivir y soportar los propietarios de un vehículo eléctrico, por lo que decidí usarlo una semana como mi vehículo particular.
El lunes lo recogí a la hora de comer con un 95% de la batería, por lo que disponía de unos 230 km reales por ciudad. Solo lo usé durante la tarde, para ir a hacer diferentes recados a Getafe, y allí aproveché para cargar en El Corte Inglés (el Bercial) el cual tiene 3 plazas reservadas para vehículos eléctricos.
Estas plazas fueron instaladas por BMW y tenían una potencia de 6 kWh por lo que cargué lo suficiente como para cubrir el trayecto de ida hasta allí y el de vuelta hasta mi casa en 30 minutos. Así que deje el coche en el garaje con la misma autonomía que al principio, 230 km reales por ciudad.
El martes, decidí, aprovechando el puente de mayo, trasladarme durante este puente a la sierra, en concreto a San Lorenzo del Escorial, y con una temperatura exterior de 24 grados, el ProPilot puesto a 120 km/h y 54 km por delante, llegué a la sierra con 110 km de autonomía, por lo que los 66 km de autonomía que se perdieron eran debidos a las grandes cuestas y al control de crucero.
Acto seguido, por la noche, lo puse a cargar en mi casa, y tardó 7 h hasta llegar a los 177 km de autonomía en un enchufe convencional.
Con lo que el miércoles sobre la hora de comer, decidí bajar a Madrid a recoger unas cosas que necesitaba, con un marcador de 177 km de autonomía.
Pero esta vez las cosas cambiaron, toda la A-6 hacia abajo, 54 km por delante y ProPilot puesto a 120 km/h, pero esta vez, al ser bajada, sólo me gasto 30 km de autonomía, ya que la mayor parte del tiempo fue regenerando energía, llegando a hacer un consumo de 12,8 kWh/100 km. Un consumo más que bueno para este coche.
Pero claro, era bajar y subir en el menor tiempo posible, y ahora tocaba la subida hacia San Lorenzo del escorial. Igual, 54 km de subida, con el ProPilot a 120 km/h, pero ahora con viento de frente y lateral.
Eso se tradujo en un consumo de 21,8 kWh/100 km, un consumo muy elevado. Para que nos entendamos entre tú y yo, salí de Madrid con 142 km y llegue con 29 km.
Debido a las condiciones meteorológicas, el coche gastó 59 km de autonomía de más, lo que me complicó la tarde, teniendo que buscar un punto de carga (al menos semi-rápida) para poder cargar en San Lorenzo de El Escorial.
Encontré uno en la plaza de san Antón de los alamillos, gestionado por la empresa Iberdrola, al lado del monasterio, pero… como no, no funcionaba. Llamé al número de incidencias que aparecía en el poste, pero ni siquiera Iberdrola tenía conocimiento de ese punto, ya que lo acababan de instalar.
Este punto mostraba por pantalla un mensaje de cerrando sesión de forma continua, y me dio que pensar, algún usuario no había cerrado bien la sesión o simplemente que se había quedado pillado.
Pero ya me fastidió la tarde, teniendo que usar el enchufe de mi garaje, esperando a que se completara la carga, (9 h hasta el 75%), con lo que me vi obligado a tener que usar mi vehículo con motor de combustión interna.
El jueves decidí no usar el coche, por lo que ya esperé al viernes para poder hacer una prueba a fondo del coche. Decidí bajar hasta Alcalá de Henares desde San Lorenzo de El Escorial, en total 100 km de distancia.
Salí de casa con 250 km de autonomía, y hasta allí era la A-6 hasta Madrid, atravesar Madrid y la A-2 hasta el km 32. Así que, conecté el ProPilot a 120 km/h, y me puse manos a la obra, llegué a Alcalá de Henares con 130 km de autonomía.
Pero claro, visto el panorama del miércoles, para volver a subir a mi casa, no podía subir con la carga actual, así que, decidí ir a cargar al campus externo de la Universidad de Alcalá de Henares, y tardó en completarse la carga 6 h, horas que aproveché para hacer recados.
Cuando termino la carga, me volvió a pasar lo de la última vez, así que, llegué a mi casa, y lo puse a cargar, siempre en una toma shucko.
Pero lo aventurero de esta semana, ocurrió el sábado, que decidí viajar a Valladolid para ponerlo aún más a prueba y además poder hacer un reportaje sobre la Empresa EasyCharger y la alianza con Nissan.
Eran 200 km desde mi casa hasta Valladolid, y el cargador se encontraba a 170 km desde mi casa, pero orográficamente hablando, era todo subida por lo que los 250 km al 100% que marcaba el Nissan Leaf, no me daban mucha confianza.
Tomé la decisión de evitar el peaje debido a la subida continua, por lo que me dispuse a circular por la N-VI hasta Arévalo y a partir de allí, por la A-6 y A-62 hasta el cargador.
Tras 1 hora y media de viaje y con una autonomía de 50 km, le dimos de comer al coche, en el cargador de EasyCharger situado en el área de la ruta 62 al lado de Tordesillas. En los 30 minutos que tardamos en desayunar y hacer nuestras necesidades, el coche estaba cargado al 95 % por lo que ya podíamos proseguir el viaje. Coste de la carga (18,15 kWh * 0,15 € = 2,7 €)
Tras llegar a Valladolid, visitar la ciudad, hacer algunas compras y comer, decidimos que ya era hora de volver a casa, por lo que de nuevo volvimos al cargador, nos tomamos un café en lo que el coche se cargaba.
Ya tras haber cargado el coche, nos dispusimos de nuevo a viajar por autopista, A-62 Y A-6 y de nuevo N-VI para no tener que ir por el peaje, y el resultado fue llegar a casa con una autonomía de 40 km tras ir algo agobiado, al subir el puerto de los leones (muy divertido de subir y bajar gracias a su aplomo debido a la ubicación de las bateriás).
Conclusión
En fin, hoy domingo, se acaba la semana de prueba, con un total de 1.175 km recorridos con un coche 100% eléctrico y algún que otro problema a la hora de cargar.
Mi conclusión es que sí se puede viajar con un coche 100% eléctrico, aunque tenga una autonomía de 180 km por autopista a 110 km/h con el control de crucero, pero eso sí, siempre que se sepa donde vas y donde puedes cargar.
El problema de este tipo de coches no es su autonomía, si no la infraestructura de carga. Hoy en día, este tipo de coches, están muy bien para las grandes ciudades y sus circunvalaciones y eso sí, siempre que se tenga garaje con un cargador propio, que siempre que lo necesites puedas cargar. No debes comprarte un eléctrico 100% si vas a depender de los puntos de recarga públicos.