El gran interior de este Volvo XC40, su comportamiento dinámico, su estética, y la sensación de seguridad que me ha transmitido, han hecho que no me vaya a olvidar jamás de él.
El Volvo XC40 es la cara más nueva de la marca sueca además de ser el SUV de entrada a toda la gama. El nuevo Volvo XC40 D3 juega una gran baza frente a sus rivales y es la de la seguridad que caracteriza a todos los modelos de Volvo.
Cuando en 1959 George Cayley, un ingeniero de Volvo, inventó el cinturón de seguridad de tres puntos de anclaje, la marca sueca quedó automáticamente enlazada a la palabra seguridad. Desde ese año, se estima que gracias a este invento se han salvado ya más de un millón de vidas y cada año se evitan unas 100.000 muertes.
Este SUV mide algo más de 4,4 metros y es por ello que su segmento sería el SUV de tamaño medio, como el Nissan Qashqai. Sin embargo, los más de 30.000 € que cuesta las versión de acceso, hace que haya que apuntar al segmento Premium como el BMW X2, el Audi Q2, el Mercedes GLA, el Lexus UX o el Jaguar E-pace.
A pesar de su tamaño, este Volvo XC40 destaca por su amplitud, de tal forma que seguramente ofrece más espacio a sus pasajeros y más maletero que ninguno de sus rivales. Pero de esto hablaré más adelante.
La unidad que la marca me han cedido durante esta semana cuenta con el nivel de acabado R-Design, el acabado deportivo de la marca sueca. Equipa el motor D3 diésel de 150 CV asociado a un sistema de tracción integral y a una caja automática de 8 marchas.
Además, cuenta con varios extras como unas hermosas llantas de 21 pulgadas (+2.474 €), el techo panorámico de cristal … que hacen que el precio final se acerque a los 56.000 €.
Sí, es un precio muy alto, pero sus rivales serían aún más caros si igualamos sus equipamientos, de tal modo que, el Volvo XC40 se convierte en una de las mejores alternativas dentro de los SUV compactos de gama alta.
Si hay algo que me ha dejado muy claro este Volvo XC40 es que puede medirse sin complejos con sus rivales más lujosos. Una vez soltada la chapa, vamos a empezar ¿no os parece?
Tiene un diseño con mucha personalidad
Al llegar al garaje donde guarda Volvo los coches de prensa, me quedé atónito porque tenían varios de este modelo en diversos colores de carrocería, pero eso sí, todos en colores bitono.
Había uno allí con el techo en blanco y el resto de la carrocería en un color rojo granate, muy pero que muy bonito. A mí me han dado un blanco con techo negro, pero ¡ojo!, este color es más gris que blanco cuando no le da la luz del sol. Y las cosas como son, me parece una opción muy bonita.
Tan bonita es esta opción de colores, que cada vez que dejaba el Volvo XC40 D3 aparcado en la calle, no había persona que no se girara o parara para verlo (sobre todo por sus formas). A todas las personas a las que he preguntado sobre este coche y en concreto sobre su diseño, todas me han respondido lo mismo, que es un diseño con mucha personalidad, imponente y discreto.
Nada más verlo, se sabe que es un Volvo
La parte delantera está presidida por la ya tan característica parrilla de Volvo y los grandes faros con las luces diurnas en forma de martillo de Thor. Estos faros son Full Led adaptativos, con un haz de luz muy blanca y además tienen función de giro en las curvas. Esto hace que por la noche, el rango de visión sea muy similar a cuando conducimos por el día. Este elemento es indispensable si se conduce con asiduidad por la noche.
Este es el acabado R-Design y trae un elemento que personalmente me gusta mucho, y es la forma de la parrilla, que además va a juego con el techo en negro. Las luces antiniebla, también son de led y he de decir que he podido ponerlas a prueba casi todos los días, y las cosas como son, alumbran mucho más de lo que pensaba.
El lateral es una parte muy curiosa de este Volvo XC40, el contraste entre el negro y el blanco delimita claramente dos partes del coche, el techo y la carrocería. La ventanilla trasera tiene un gran recorte, y esto se debe a que el voladizo trasero es muy grande. Pero esto tiene una ventaja, y es que de esta manera, poniendo el voladizo trasero lo más alejado posible del delantero, se consigue un gran espacio interior.
De serie, el acabado R-Design al igual que el resto de acabados equipan unas llantas de 18 pulgadas de 5 radios en negro y gris muy bonitas. Sin embargo, en el caso de esta unidad, equipa unas bonitas llantas de 21 pulgadas que como he mencionado antes, tienen un sobrecoste de 2.474 €.
Personalmente yo me quedaría con las de serie de 18 pulgadas, por dos razones, la primera y la más importante, es que las de 21 pulgadas, se rozan con mirarlas, y yo que soy un “tiquismiquis” para esas cosas, no quiero estar pendiente de eso. Y segundo, el consumo es mucho menor con las de 18 pulgadas debido a que el roce con el aire es menor. Este incremento ronda aproximadamente (1.8 l/100 km de diferencia entre las llantas de 18 y 21 pulgadas).
Lo primero que llama la atención, y sobre todo por la noche del Volvo XC40 D3, son los enormes pilotos traseros led, que son muy visibles gracias a su posición elevada y a su tamaño. Gracias a este diseño vertical de los pilotos traseros, la boca de carga es más grande y esto nos permite tener un buen acceso al maletero.
En definitiva, tiene un diseño macizo, con mucha personalidad, deportivo, imponente y discreto (sobre todo en este color).
Mi primera vez en un Volvo
Las cosas como son, es la primera vez que Volvo me cede un coche y la primera vez que me subo a uno (y he de reconocerlo, estaba muy ilusionado). Tuve mucha suerte porque la unidad que me cedieron, la estrené yo, con apenas 40 km en su marcador. En un primer momento, me costó encontrar todos los ajustes del coche, ya que todo, incluso la climatización, se controla desde la pantalla.
Los mandos principales están muy a mano y el manejo es sencillo. En la consola central llama la atención la pantalla del sistema multimedia en formato tablet vertical, como la de los Tesla, con una buena calidad gráfica y una rápida respuesta táctil. Gracias a su tamaño y a unos menús muy intuitivos es fácil de manejar y pronto me hice con el control del Volvo XC40 D3.
Nada más montarme en el coche tuve la sensación de estar en un lugar acogedor y confortable, y esto se consigue gracias a una líneas sencillas que recorren todo el salpicadero. Como curiosidad, las molduras están disponibles en varias opciones, incluso una con un plano en relieve de una ciudad. En este caso son de aluminio. El material del salpicadero … todo transmite una agradable sensación de robustez y de calidad.
El puesto de conducción es cómodo, el volante cuenta con regulación en altura y en profundidad. Tras el volante nos encontramos de serie con una pantalla de 12,3 pulgadas en la que se muestra la velocidad y el cuentarrevoluciones con el mapa en el medio. Eso sí, solo tenemos como opciones de personalización, quitar o poner el mapa, nada más. Agradecería alguna opción más de personalización.
Los asientos delanteros (calefactados) son muy cómodos, lo que unido a una suspensión que filtra todo lo de la carretera, hace que trasladarse en este coche sea como ir en una alfombra voladora. Pero… hay algo que no me termina de convencer y es el material elegido para forrar los paneles de puerta. Es una moqueta con un tacto áspero y que da un poco de “grima”, como si te hicieran morder un jersey de lana. Esta moqueta también se puede pedir en color lava.
El Volvo XC40 D3 es muy espacioso
Volvo sabe hacer magia, y es que los ingenieros de la marca sueca han debido de usar algún hechizo para conseguir que unas dimensiones tan compactas (4,425 m de largo, 1,851 de ancho y 1,652 de alto) quepa este increíble espacio interior. El espacio para las plazas traseras es increíble, tanto como para las piernas como para la cabeza.
Probé a meter a una persona de 2 metros de alto detrás y como si nada, no rozaba con nada. Mi enhorabuena a los ingenieros. Me da la sensación, al menos por medidas, de que es más grande por dentro que el BMW X2 o el Mercedes GLA, con una habitabilidad similar a la del Nissan Qashqai. Tengo la sensación de que es más un monovolumen disfrazado de 4×4 que un SUV.
Es una pena que a lo ancho no quepan 3 personas, tanto por la falta de centímetros en la cadera como en los hombros y por la configuración de la banqueta trasera.
El maletero, es también excelente por su volumen (460 litros) y por lo bien aprovechado que está. Además de unas formas casi perfectamente cúbicas, la tablilla del suelo sirve para compartimentar el maletero y que lo que llevemos en él no acabe desparramado.
Si necesitamos más espacio podemos abatir los respaldos, que dejan un suelo casi completamente plano. Para hacerlo basta con pulsar dos botones que encontramos en el borde lateral del maletero.
Bajo la tablilla del suelo del maletero tenemos un pequeño doble fondo de apenas 10 cm de profundidad, pero con la ventaja de que bajo éste sigue habiendo espacio para una rueda de repuesto.
En definitiva, el habitáculo me ha sorprendido enormemente, es muy grande, con una sensación de amplitud inimaginable y con un maletero que le hace justicia. En este sentido, sí que está por encima de sus rivales.
Opciones en diésel, gasolina e híbridos enchufables
Este unidad del Volvo XC40 monta el motor diésel D3 de dos litros y 4 cilindros con una potencia de 150 CV. Esta opción mecánica está vinculada a una caja de cambios automática de convertidor de par con 8 marchas y a la tracción total.
En la gama diésel solo está disponible dos motores, el D3 y el D4, con 150 y 190 CV respectivamente. En la gama gasolina, tenemos el T3 y T4 con 120 y 140 CV respectivamente. Y además, tenemos una opción híbrida enchufable con 262 CV de potencia (180 CV del motor de gasolina y 82 CV del motor eléctrico) con una autonomía en modo eléctrico de 50 km. Muy pronto estará disponible una versión 100% eléctrica.
Si quieres un cambio manual, la única opción sería el D3 y T3 con tracción delantera. El resto de la gama va asociado a la caja de cambios automática de convertidor de par con 8 marchas.
Esta caja de cambios automática tiene un funcionamiento muy suave, sin tirones entre marchas, ni ningún movimiento brusco, ni siquiera en el modo Sport. Además, en el modo ECO esta transmisión dispone de función de rueda libre, que hace que a velocidades altas, el coche ruede sin ninguna retención por parte de la caja de cambios, lo que ayuda a reducir el consumo mientras llaneamos o bajamos por una pendiente.
La tracción total de este Volvo XC40 D3 no es permanente. En modo Eco y Confort, el XC40 es un tracción delantera en el que sólo se pasa par al eje trasero cuando hay pérdidas de motricidad. Si elegimos el modo Dynamic o el Off-Road sí tenemos prácticamente un tracción total permanente, con un 50% de par para cada eje en el caso de elegir el modo Off-Road, que es algo parecido a llevar un 4×4 con el diferencial central bloqueado.
Este modo sólo se puede activar a velocidades por debajo de 40 km/h y, además del reparto de tracción, modifica el tarado del control de estabilidad y de tracción para mejorar el comportamiento del Volvo XC40 fuera del asfalto.
Tiene un comportamiento impresionante
Una vez me puse a rodar con él, me puse a observar y me di cuenta de que lo más reseñable de este coche es el confort que brinda a sus pasajeros y la facilidad con la que se conduce, muy similar a una berlina premium.
Sin embargo, a la hora de seleccionar el modo Dynamic, el coche se transforma, proporcionando al conductor unas sensaciones deportivas. El motor de 150 CV tiene fuerza desde muy abajo (desde las 1.500 hasta las 3.500 rpm) por lo que incorporarse a una autovía, hacer un adelantamiento o hacer una conducción deportiva, se convierte en pan comido.
Dentro del Volvo XC40 no se escucha nada gracias al gran aislamiento acústico. Esto garantiza que todos los pasajeros van a viajar con un gran nivel de confort. Si unes todo lo anterior a que el coche es capaz de mantenerse en el carril y mantener la distancia con el coche precedente, sale una combinación perfecta para que los kilómetros caigan sin apenas cansancio.
Además, en los atascos, donde la ira de los conductores sale a relucir, este Volvo XC40 tiene otro as en la manga y es el de hacer el atasco por tí, gracias al sistema de mantenimiento en el carril y al control de crucero adaptativo, mantiene siempre la distancia de seguridad y se detiene o reanuda la marcha tantas veces como sean necesarias.
En ciudad es muy cómodo de conducir gracias al cambio automático y a su excelente radio de giro (con apenas dos vueltas y media). Estos dos elementos juntos son ideales para maniobrar en los parkings y callejear en medio del tráfico.
En autopista transmite mucha confianza incluso aunque pasemos por badenes o cambios de asfalto en curvas rápidas y en carreteras secundarias no va nada mal, si, existe un subviraje, pero nada fuera de lo normal. Va pegado al suelo en todo momento y nos puede llegar a perdonar errores en curva donde otro coche no lo haría. Hay que conducirlo para experimentar esta sensación de que un SUV vaya pegado al suelo.
Un día en la nieve
Este pasado viernes, en la Comunidad de Madrid, ya se empezaron a ver las primeras nevadas del invierno, y el sábado por la mañana decidí ir a pasar el día con la familia a la nieve, y ya de paso, ponía a prueba el sistema de tracción a las 4 ruedas de este Volvo XC40.
El modo off-Road tenemos un reparto de par del 50% en cada eje, simulando un bloqueo de diferencial. Este modo solo está disponible hasta los 40 km/h.
Al llegar a Navacerrada sobre las 12 de la mañana de sábado, estaba empezando a caer una buena tormenta de nieve con la que los limpias no daban a basto y con la que la carretera se empezó a teñir de blanco rápidamente y pronto pude probar este sistema off-Road.
Pese a no llevar neumáticos preparados para este terreno, en ningún momento tuve la sensación de una pérdida de adherencia, es más, ni siquiera saltó el control de estabilidad. Esto me demostró que este sistema de reparto del par al 50% por eje es realmente rápido y funciona realmente bien. Todo ello unido a su increíble suspensión, hizo que pasar por la nieve fuera prácticamente igual que en seco.
Pero, vamos a ser realistas, más allá de ir de excursión por alguna pista forestal o a una estación de esquí, no hay más que verlo (faldones, llantas, ruedas…) para darse cuenta de que en ningún momento tiene la intención de salir fuera del asfalto.
Es un modelo de gama alta
Si queremos un Volvo XC40 tendremos que apuntar por encima de los 33.000 euros para la versión de acceso con el motor diésel de 150 cv y cambio manual. En el caso del D3 R-Design nos vamos claramente por encima de los 50.000 € con todos los extras (sin descuentos). No es un coche barato, pero tampoco lo pretende. Volvo XC40.
Os voy a contar una anécdota que no me había pasado jamás, nada más sacarlo del garaje donde lo guardaban, el sistema de frenado de emergencia detectó un posible impacto frontal con un vehículo en la entrada en una rotonda, y ¡ZAS! de repente el coche frena en seco y el cinturón de seguridad de todas las personas que íbamos en el coche se tensaron y se recogieron para evitar que el cuerpo se separara del asiento.
Esta tontuna ahí donde la lees, hubiese supuesto en otro vehículo que no llevara este sistema probablemente un buen estropicio de chapa y algo más gordo seguro. Una muestra más de que la marca Volvo es seguridad y esto solo se puede sentir conduciendo uno.
De serie trae un gran apartado de asistentes avanzados a la conducción (llamados ADAS), con control de crucero adaptativo, asistente de mantenimiento en el carril, alerta de ángulo muerto, alerta de colisión con frenado de emergencia, detección de peatones …
También está a la última en materia de conectividad del Volvo Xc40, con WiFi, compatibilidad con Apple Car Play y Android Auto, etc, pero lo mejor es que su manejo es sencillo gracias a su gran pantalla táctil y a unos menús muy intuitivos. Cuenta con conexión a internet y con aplicaciones como Spotify o TuneIn.
Está a la última tecnológicamente hablando, y todo ello de serie desde el acabado más básico. Como extras en función del acabado nos podremos encontrar con: tapicería de cuero, asientos calefactados delante y detrás (en opción), faros full led inteligentes (con muy buena luz), control de crucero adaptativo, cámaras de visión 360º, llantas de 21 pulgadas, techo panorámico, portón con apertura automática, cristales tintados, sistema de audio Harman Kardon (que por cierto, es el mejor sistema de audio que he probado hasta la fecha en un coche), cargador inalámbrico …
Tiene un consumo algo elevado por sus llantas de 21 pulgadas
En el apartado de consumos Volvo es bastante optimista con los valores homologados. Frente a los 5,7 l/100 km declarados, este Volvo XC40 D3 no ha bajado de los 7,5 l/100 km en ciudad. En su defensa conviene aclarar que algunos extras como el techo panorámico o las llantas de 21 pulgadas añaden kilos y resistencia al aire.
En carretera sí es posible lograr los 4,7 l/100 km si sacamos todo el partido posible de la rueda libre y somos exquisitos en nuestra conducción, pero lo normal será movernos en el entorno de los 6,0 l/100 km.
En autopista a 120 km/h el consumo medio ha sido de 7,1 l/100 km, un buen valor pero no de récord. Todo ello se debe a la diferencia de consumo por las llantas de mayor tamaño.
Con estas cifras y un depósito de 54 litros, la autonomía del Volvo XC40 D3 ronda los 750 km.
Para finalizar este reportaje, me gustaría poner 3 puntos clave: el interior es muy grande, es muy seguro, y se comporta muy bien dinámicamente hablando. Personalmente, si tuviera el dinero que la marca sueca pide por este coche, me lo compraría por los ojos cerrados. No se siente la seguridad hasta que no se conduce un Volvo.
Destacable
- Gran confort de marcha gracias a su suspensión
- Un espacio interior más que destacable
- La sensación de seguridad que te transmite a la hora de conducirlo
- La gran cantidad de ayudas a la conducción
Mejorable
- El pomo del cambio es muy pequeño para una mano grande
- Su precio es algo elevado
- Cambiaría las llantas de 21 por las de 18 pulgadas
- En vez del motor diésel, cogería la versión híbrida enchufable.
Un poco caro…